Soy Licenciado en Lengua y Literatura, en aras de futuro y amistad.
Presentado por Poemas del Alma
El árbol
Me hallaba entre los brazos de mi estirpe,
y el aire, me sacó sin preguntar.
Llevóme al laberinto de la vida;
y siendo, en ese instante yo semilla
caída en los pantanos, fuerte y firme,
el tiempo me condujo a germinar.
Nací en el campo verde, y lo más bello
surgió entre mis raíces que escapaban
del cetro, en que mi savia estaba toda.
Y abriendo el tegumento con mis hojas,
dotado de cogollos en mi cuerpo,
sentí que desde lejos me miraban.
El sol todos los días guarnecía
la sed de mis adentros con primor;
la luna, por las noches, entre los riscos
hablaba de la ciencia y el peligro
con letras de palabras intranquilas,
que muestran la conciencia y el dolor.
Crecieron de mi tallo los retoños
y el germen que es prolijo cuan taller
depuso los escolios en su estancia,
los cuales esculpieron entre ramas
la fuerza misteriosa de mis poros,
haciendo memorable el proceder.
Brotaron de mis triunfos los amores
y sombra di al amante en su dolor.
La lluvia fue mi vida y mi testigo,
los sépalos lucieron sus vestidos,
y cuando vi expandir todas las orbes,
mataron con el ego mi color.
Samuel Dixon
Achuapa, Leon - Nicaragua
26 de octubre, 2025
-
Autor:
Samuel Dixon (Seudónimo) (
Online) - Publicado: 27 de octubre de 2025 a las 14:26
- Comentario del autor sobre el poema: El árbol es el sostén de la vida misma, hecha palabra en la cotidianidad.
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 2

Online)
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