Estoy roto por dentro.

Nicolas y Gaston

A veces si soy completamente honesto, estoy arto. 
No es un cansancio físico, es algo más profundo, en mi alma. Estoy agotado de todo, de que las cosas no salgan como yo espero, de sentir que he intentado todo y aún así no funciona, no es que no quiera vivir, amo vivir pero los traumas aparecen cuando menos me lo espero.
Si Dios estuviera presente conmigo en este momento, una parte de mi querría decirle "ya no puedo más" no puedo seguir haciendo esto más, estoy agotado físicamente y mentalmente, estoy terminado, y es una batalla silenciosa, algo que escondemos del mundo, de las personas que amamos o que queremos que nos amen, pero quién quiere a una persona rota? Si las personas en mi vida supieran lo roto que estoy realmente ¿Seguirían ahí para mí? 
Y luego la pregunta más difícil: ¿Como arreglo esto? ¿Se puede arreglar? 

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Comentarios3

  • Una voz

    Si se puede arreglar, que uses toda esa aflicción como fuego donde se forja tu vida, y que de esas llamas surgas fortalecido, quiero decir que tus problemas no sean muros, sino pasos necesarios para crecer mas.

    Dios te bendiga.

    • Nicolas y Gaston

      Muchas gracias por tomarte el tiempo de responder!

    • Sir. Black Lyon

      Me da mucho pesar leer una realidad que muchas personas llevan en su corazón; deben permanecer fuertes -o aparentarlo- para que los demás no pasen sobre uno, le respeten y todo siga su cause; pero cuando uno llega a este punto, amigo, es como si Atlas se cansara de sostener el mundo y solo quisiera estirarse un poco, sin importar las consecuencias, tan solo un momento de una paz realmente liberadora. Nos atamos a los conceptos, a la sociedad y a los compromisos; nos olvidamos de nosotros. Más allá del estoicismo, colega, está la salud mental; no está demás agendar una cita con un buen psicólogo -no me lo tome a mal- para que le dé herramientas de esas heridas que carga. En caso de que sea cristiano, vaya a confesarse, comulgue y haga adoración.

      Muchos de los proyectos que no logramos una y otra vez no es porque no los merezcamos, sino que Dios no nos quiere por ese lugar. Hable con Él frente al Santísimo sacramento, dígale todo lo que le quiere decir, pero permita que le responda.

      Saludos.

    • Jesús Ángel.

      ¡Sí, se puede arreglar!,
      todo el mundo pasa por malos momentos,
      así que...¡Ánimo, fuerza y hacia adelante!



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