Me desperté a las tres de la mañana,
sudando frío, inquieta el alma;
sintiendo que algo avanza por mi cama
lentamente, como si reptará.
Sentía aquella cosa deslizarse por la sabana,
Oculta de mí, de mi mirada.
Toco mi pierna; también mi espalda…
y atravesándome el abdomen tomo mi alma.
Y muerto de miedo, no pude hacer nada,
dejándome vacío mientras se alejaba;
Y me quede ahí, quieto en la cama,
sintiendo el hueco, sintiendo el vano,
Acostumbrándome al vacío que dejaba.
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Autor:
Caballo Negro. (Seudónimo) (
Offline) - Publicado: 27 de octubre de 2025 a las 01:43
- Categoría: Amor
- Lecturas: 32
- Usuarios favoritos de este poema: Antonio Pais, Mauro Enrique Lopez Z., El Hombre de la Rosa, MISHA lg, Mª Pilar Luna Calvo, Mael Lorens, alicia perez hernandez

Offline)
Comentarios1
Hermoso tu genial versar estimado poeta y amigo Caballo Negro
Recibe un abrazo de Críspulo desde Córdoba.
El Hombre de la Rosa.
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