Tienda de la realidad

Jared Rosado

Y nos amabamos tanto

que el castigo divino

lo hubiéramos celebrado

con pan y vino.

 

Y llovía demasiado amor

que los diluvios se veían tan poco.

 

Y reíamos tanto los dos juntos

que hasta los payasos nos envidiaban.

 

Y había tantas platicas

que hasta parecía una rutina diaria.

 

Y tenía tantos momentos con ella

que los momentos ya tenían un sentido.

 

Y leía tanto de ella en sus ojos

que en mi mente ya se había creado

una biblioteca de lo más hermoso.

 

Y caminaba hasta la tienda de sueños

solo si ella me agarraba de la mano,

juntos íbamos a enfrentar a la realidad

que recaudaríamos en nuestros pasos.

 

Pero la verdad, ella me lo hizo ver

la persona menos esperada

me clavo la estaca de la realidad.

 

Ver métrica de este poema
Llevate gratis una Antología Poética ↓

Recibe el ebook en segundos 50 poemas de 50 poetas distintos




Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.