Mi abuelita llora
cuando suena una milonga
recuerda aquellos años, añejos,
esos que el tiempo borra.
La música nos lleva adentro,
por un jardín de recuerdos,
esos que despiertan al escuchar
el son del instrumento.
La mente olvida,
pero el corazón no lo hace
pues cada latido deja un rastro,
una memoria en nuestra sangre.
cada pulsación marca el compás
de una obra musical
que al escucharla,
mi abuelita vuelve a recordar.
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Autor:
El Nómada (Seudónimo) (
Online) - Publicado: 26 de octubre de 2025 a las 13:13
- Comentario del autor sobre el poema: Esta mañana le dije a mi abuelita que me habría gustado conocer a su padre (el Abuelo Lalo), un cantor, carismático y amoroso padre. Así ella comenzó a contarme sus anécdotas mientras de fondo sonaban las milongas y los tangos que el cantaba, algunas lagrimas florecieron de sus ojos, esas lagrimas de amor y nostalgia...
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 3
- Usuarios favoritos de este poema: Sierdi

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