Vino sin rostro,
solo un rugido antiguo
que se abrió paso entre los techos y los rezos.
El cielo, herido de furia,
se tragó los nombres de las calles.
El viento no soplaba: gritaba.
Arrancó puertas, memorias,
el retrato del abuelo en la pared,
y una canción quedó suspendida,
temblando como un pájaro sin rama.
El agua subió como si buscara justicia,
y en su espejo roto
flotaban los juguetes, los diarios, las promesas.
Hasta los perros callaron,
sintiendo que el mundo se inclinaba hacia la pérdida.
Luego vino el silencio,
ese que pesa más que el trueno.
Las casas eran esqueletos de madera mojada,
y el sol, tímido y gris,
parecía pedir perdón por haber regresado.
Mas entre los escombros,
una mano limpió el barro de otra mano,
una voz llamó por un nombre
y respondió un sollozo.
Así empieza la calma: con una lágrima que aprende a cantar.
JUSTO ALDÚ © Derechos reservados 2025
-
Autor:
JUSTO ALDÚ (Seudónimo) (
Offline) - Publicado: 25 de octubre de 2025 a las 20:21
- Comentario del autor sobre el poema: "MELISSA" atraviesa el caribe con furia y a su paso deja destrucción. Es la temporada de huracanes.
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 12
- Usuarios favoritos de este poema: Hernán J. Moreyra, MISHA lg, Sierdi

Offline)
Comentarios3
¡Es terrible un huracán! Arrasa con todos y con todo dejando desolación a su paso.
Pero, como dices, también hay momentos en los que aparece la solidaridad y, aún con lágrimas, salen fuerzas
para levantarse.
Muchas gracias por compartirlo.
Un abrazo fraterno.
A tí, gracias por comentarlo Nelaery.
Saludos.
Amigo Just,
Este poema es un testimonio lírico de la devastación y la esperanza. Con imágenes poderosas y precisas, transformas el desastre en canto, el dolor en memoria viva. Cada verso vibra con dignidad, y esa última línea—una lágrima que aprende a cantar—es un milagro poético. Has escrito no solo sobre lo que se pierde, sino sobre lo que renace.
Bravo, amigo.
Un abrazo fraterno.
-LOURDES
intensas letras de una verdad ...Los Huracanas
gracias por compartir
El agua subió como si buscara justicia,
y en su espejo roto
flotaban los juguetes, los diarios, las promesas.
Hasta los perros callaron,
sintiendo que el mundo se inclinaba hacia la pérdida.
besos besos
MISHA
lg
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.