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Una clara risa basta
para romper los silencios
que en la vida se acumulan
cual añosos sedimentos.
.
Una dulce risa basta
del enamorado pecho
para iluminar el mundo
con amables pensamientos.
.
Una suave risa basta
—eco de felices versos—
desde tu perlada boca
para armar el son perfecto.
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Autor:
Enrique Fl. Chaidez (
Offline) - Publicado: 25 de octubre de 2025 a las 02:43
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 1
Offline)
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