Un sueño celestial a mi alma vino
el día que la vi por vez primera;
mirando de sus ojos el reflejo
que tiene gran fulgor de luna nueva.
Oyendo el palpitar de sus palabras
oía del ensueño su cadencia;
y vi de su sonrisa rutilante
de amor la lumbre eterna.
Su boca tan sensual y apetitosa
tenía de pasión febril promesa;
y viendo de su cuerpo la estructura
sentía dilatarse mis arterias.
En medio de esos días luminosos
nacieron de mis versos azucenas;
brindándole a su encanto mis delirios
con alma de poeta.
Autor: Aníbal Rodríguez.
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Autor:
Rafael Escobar (Seudónimo) (
Offline) - Publicado: 23 de octubre de 2025 a las 09:45
- Comentario del autor sobre el poema: Poema elaborado tomando ejemplo de la Rima # 86 de Bécquer.
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 1

Offline)
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