OFF
El recreo era, por reglamento,
una pausa de deberes
y un estruendo de zapatillas.
Todos corrían
como si se les fuera la infancia
en ese tramo de patio.
Todos, menos yo.
Yo tenía un deber más urgente:
mi recreo era mirarte
coleccionar uno a uno tus gestos,
a suspiros de distancia.
De niño, uno es torpe
para el afecto:
sabe poco de palabras
mucho menos de estrategias.
Algunos optan por el fastidio,
esa manera primitiva
de llamar la atención
tirando de las trenzas.
Yo,
que desde siempre
fui más bien cobarde
o quizá romántico,
busqué la dulzura.
Y en ese patio
la única que competía
con tu risa
eran los mangos
frutos predilectos
de mi pueblo.
Los busqué
con disciplina de minero:
oro redondo y prometido.
Los guardé
como un botín secreto
en la lonchera azul.
(El azul sigue siendo
mi color de la suerte,
aunque ese día me
fallara).
Imaginé tu gratitud,
tu sonrisa como un intercambio
que un niño espera,
pero la realidad
es casi siempre
un cruel desengaño
quise acercarme
y crujieron antes las hojas,
un vaticinio
a mi estrategia torpe.
Te diste vuelta.
Primero fue tu mirada,
que ya era una sentencia.
Después,
un empujón violento de tu voz:
“Andate de aquí, chavalo feo…”
Y algo
tenía que reventar.
No fueron los ojos
ni el nudo en la garganta:
fue la lonchera.
Estalló mi fortaleza azul;
las cerraduras,
y los mangos
mis piedras preciosas
rodaron por el suelo
como dados que fueron echados.
Te fuiste.
Claro que te fuiste
a correr con tus amigas,
yo me quedé de rodillas,
pidiendo perdón a mi pecho
sin entender que el ruido
que seguía crujiendo
ya no eran el de las hojas.
Empecé a recogerlos,
uno por uno
como antes de tus gestos,
guardé los frutos magullados
en la lonchera herida.
Fue mi primer oficio
de adulto:
recoger los pedazos
de la fruta
y, de paso,
los del corazón.
-
Autor:
Carlos Baldelomar (Seudónimo) (
Offline) - Publicado: 22 de octubre de 2025 a las 13:03
- Comentario del autor sobre el poema: Hay recuerdos que se aferran a la memoria a pesar de los años. Es como si el recuerdo fuera la esencia de un sentimiento. Uno trae el recuerdo, y se viene con el el sentimiento. Ejemplo. Este recuerdo. Ahí comprendí que el corazón se rompe. Esta historia la viví a escasos 5 o 6 años. Es continuación del poema anterior publicado. Titulado GÉNESIS Es un gusto compartirlo con ustedes ojalá sea de su agrado. Saludos a todos.
- Categoría: Amor
- Lecturas: 129
- Usuarios favoritos de este poema: Carlos Baldelomar, Janna Desiree, MISHA lg, Alma Eterna, benchy43, Salvador Santoyo Sánchez, alicia perez hernandez, Alexandra I, Andy Lakota👨🚀, Hernán J. Moreyra, Mauro Enrique Lopez Z., Enrique Fl. Chaidez, Escritor Anónimo, Lualpri, Antonio Pais, Jaime Correa, Victor Hugo Amador, Loky, EmilianoDR, La Hechicera de las Letras, Rafael Escobar, El Hombre de la Rosa, Ricardo Castillo., Tommy Duque, Elena. DC, Poesía Herética, David Arthur, Emilia🦋, Lucía gómez, Yoleisy Saldana, Llaneza, ElidethAbreu, Sierdi, Mael Lorens, Mª Pilar Luna Calvo, JoseAn100

Offline)
Comentarios15
cuanta dulzura en tu corazón de niño poeta
gracias por compartir
Te fuiste.
Claro que te fuiste.
a correr con tus amigas,
Yo me quedé de rodillas,
pidiendo perdón a mi pecho
sin entender qué ruido
seguía crujiendo.
Y ya no eran las hojas.
Empecé a recogerlos,
uno por uno.
Guardé los mangos golpeados
en la lonchera herida.
Fue mi primer oficio
de adulto:
recoger los pedazos
de la fruta
y, de paso,
los del corazón.
besos besos
MISHA
lg
Gracias Misha por pasar a leer esta letras y tu comentario siempre muy gentil.
Un saludo mi querida poeta.
Abrazos
Un poema de melancólica ternura, donde la infancia se abre como una herida antigua. La voz poética rescata la inocencia del amor primerizo —ese que desconoce el lenguaje de los valientes— y la transforma en una escena simbólica: la lonchera azul estallando como un corazón que no sabe todavía cómo doler.
Una escencia muy bella.
Saludos
Gracias Justo por tu profundo comentario sobre estas letras.
Gracias por pasar a leerme. Es un gusto mi estimado poeta.
Saludos
Como no, saludos amigo
Que bello, un recuerdo siempre traerá al presente un sentimiento...
Muchas gracias por compartir estas bellas líneas de tu infancia, bellas hoy, en su momento debieron ser dolorosas, sobre todo porque la inocencia de niño siente con más peso el desagrado de otro...
Un abrazo 🤗
Si algo grande fue para que casi 35 años después aún lo recuerde.
Gracias por tu comentario y tu atenta lectura.
Un saludo y abrazo fraternal desde El Salvador
Hermoso, amigo Carlos. Fui a leer Génesis, por supuesto, otra belleza. No lo había visto.
Un abrazo.
Gracias Rubén gran honor me hacen sus palabras. Un gran incentivo para ponerle cariño a estas letras.
Gracias por leer también Génesis. Que sin ese Génesis este tampoco existiera.
Un saludo mi estimado amigo Rubén.
Gusto tenerte en esta comunidad.
Tus letras son homenaje a esas vivencias infantiles que nunca son borradas del pasado.
Un aplauso a esos recuerdos que hoy toman vida a través de tu pluma.
Saludos estimado poeta amigo Carlos Baldelomar 🙋🏻♂️
Muy conmovedores versos con un recuerdo que bien dices inolvidables, y es que los seres humanos tenemos una caja registradora donde queda todo registrado desde que naces hasta que mueres, si, así es! pero tambien tenemos un BORRADOR para borrar los recuerdos dolorosos, los que lastiman el alma, los que vivimos o nos obligaron a vivir, los golpes, las tristezas esas que acumulan lagrimas. eso bórralo, solo que queda una sombra como de una línea muy delgada que te sigue haciendo daño cada vez que vuelves a leer. Un abrazo
Muchas gracias por esas palabras llenas de mucho conocimiento.
Gracias por tu lectura atenta a estas letras y me honra que se haya desviado a leerme y comentarme.
Saludos fraternos desde El Salvador
El primer amor inolvidable, dura experiencia que no se olvida, sucede asi cuando el alma no conoce dobleces, cuando el corazón es puro, gracias por compartir un poema tan bello, un verdadero placer de lectura.
Saludos, feliz tarde, Alex.
Gracias a ti por leerme y dejar tu comentario.
Un gusto enorme.
Saludos y abrazos.
Carlos,
Tu hermoso poema:—la infancia, el deseo y el desengaño se entrelazan con una ternura que duele.
Esa lonchera azul, rota y simbólica, guarda no solo mangos, sino la primera resonancia de un corazón que aprende a perder con dignidad.
Lindas letras. Gracias.
Saludos.
—LOURDES
Gracias Lourdes por tu valioso comentario a este poema.
Siempre agradecido por ese gentil gesto de comentar y profundizar en el sentido de las letras.
Un fraternal saludo
Gracias a ti, amigo Carlos, por tomar el tiempo de visitar mi espacio.
Quedo agradecida.
Un saludo y un abrazo,
-LOURDES
Hay cosas que nunca se olvidan.
Saludos
Muchas gracias Escritor Anónimo. Por tu mensaje.
Así como lo haz dicho así es a veces.
Saludos
Doloroso pero bello el recuerdo como lo haz plasmado con tus letras.
👌
Gracias por tu comentario. Un gusto Victor.
Saludos desde El Salvador
Te diste vuelta.
Primero fue tu mirada,
que ya era una sentencia.
Gracias poeta Baldelomar. Gracias trabajado y excelentes resultados.
Saludos 👋
.
Gracias a ti Emiliano.
Un honor siempre tu comentario.
Saludos mi estimado Poeta.
La genialidad alumbra tu pluma estimado poeta y amigo Carlos Baldelomar
Abrazos desde el Sur de Espalña
El Hombre de la Rosa
Gracias siempre por pasar a leerme, gusto recibir su gentil comentario a estas letras.
Le envío un fraternal saludo desde El Salvador mi estimado amigo Poeta.
Y ese primer amor nunca se olvida,
sobre todo , por la inocencia de aquellos días.
Saludo amigo.
Quizás es lo que lo mantiene fresco en la memoria. Lo incorruptible de ese amor.
Saludos Jesús, gracias por leerme y dejar tu comentario. Es un gusto enorme para mí.
Un primer amor romántico y triste a la vez
Me gustaron tus letras por las cuales te felicito. Saludos.
Así es mi estimada Elena. Que gusto también saber que estás letras sean de su agrado.
Un fraternal saludo desde El Salvador.
Abrazos.
El primer amor o infatuación Carlos, es una experiencia que uno nunca se olvida, aunque sea un decepción cuando no sea correspondido, dejando uno con la pregunta: ¿porqué?
Tú poema, muy bien escrito, es una hermosa, melancólica y tierno historia, salpicada con casí una sonrisa:
....Y algo
tenía que reventar.
No fueron los ojos
ni el nudo en la garganta:
fue la lonchera.
Estalló mi fortaleza azul;
las cerraduras,
y los mangos
mis piedras preciosas
rodaron por el suelo
como dados que fueron echados......
Un abrazo te envío amigo poeta
David
Gracias David, por tu comentario. Y así como dices, el por qué. No se si será por la experiencia que se abre a una emoción nueva e inexplorada. Como una puerta.
Pero tiene razón. No se olvida, sea cual sea la experiencia.
Un grato placer poder extender un poco este comentario con otros puntos de vista desde otras vivencias y darnos cuenta, que a todos nos marca ese primer amor.
Saludos mi estimado David.
Gracias siempre por su valioso comentario.
Siempre mi placer Carlos
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