Poema para una psicóloga

Nicolas y Gaston

No llevas capa ni escudo,
pero entras en las tormentas ajenas
con la calma de quien sabe
que toda herida puede nombrarse.

Tus palabras no imponen,
acompañan como faros suaves,
y en cada silencio tuyo
hay un espacio para sanar.

Tomas los miedos con manos de bruma,
los miras sin juicio, sin prisa,
y en tus ojos se intuye
que incluso el dolor merece descanso.

Hay batallas que no se ven,
lágrimas que no caen,
y tú las reconoces
como quien escucha el latido de lo invisible.

Marce, puente y refugio,
cuántas veces tu voz
ha sido el borde de la esperanza
cuando el mundo parecía derrumbarse.

No salvas, acompañas.
No ordenas, comprendes.
Y en ese gesto humano y profundo
tantos corazones recuperan su nombre.

Gracias por ser oído,
por ser claridad en medio del ruido,
y por recordarnos, sin decirlo,
que también lo roto puede florecer

  • Autor: Nicolas y Gaston (Offline Offline)
  • Publicado: 21 de octubre de 2025 a las 10:15
  • Categoría: Sin clasificar
  • Lecturas: 1
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