La casa donde nacieron los duendes,
donde crecieron las travesuras
y encontraban el espacio
para descansar las rutinas y las reglas.
La casa donde temor y miedo
nunca tuvieron cabida.
Donde los juegos surgían
bajo la amorosa sonrisa que cuidaba.
La casa olor a guisos y tartas,
con color de pobre y textura de viejo,
con ocurrencias y utopías guiadas
por las ilustraciones del ser más sabio.
¡La casa hoy está vacía!
¡Sus habitantes han desaparecido!
¿En qué momento fue? ¿Por qué se han ido?
Es que se acabaron los niños...
y no hay abuelos para engendrar a los duendes.
Silvana Ibáñez
21/09/25
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Autor:
Silvana Ibáñez (
Offline) - Publicado: 21 de octubre de 2025 a las 09:07
- Comentario del autor sobre el poema: Hoy, los hijos llegan más tarde… y con ellos, se acortan los años de los abuelos para jugar, enseñar y abrazar. En cada casa donde hay risas compartidas entre generaciones, vuelven a nacer los duendes: esos que solo aparecen donde hay amor y tiempo compartido.
- Categoría: familia
- Lecturas: 20
- Usuarios favoritos de este poema: Poesía Herética, Lualpri, Tommy Duque, Mauro Enrique Lopez Z., alicia perez hernandez, Carlos Baldelomar, MISHA lg
Offline)
Comentarios2
Buen trabajo, Silvana,
y sí, que los duendes del amor,
vayan a más y no a menos,
por cosa de tecnología y falta de claridad.
Abrazo
¡Saluditos de martes!
Gracias por comentar Jesús
Muy cierto, poeta!
Gracias por dejarnos tus líneas.
Bonito día!
¡Gracias por comentar estimado poeta!
¡Sea bello su día!
Gracias 🌸
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