La bella que la vida calló.

Sufrir.

Amé tu sombra y tu fuego,
te amo aún en tus silencios,
y sé que mañana, aunque el mundo me pese,
seguiré amándote en secreto.

Me rompiste el corazón,
lo partiste sin temblar,
pero ni en la herida más abierta
se me borró tu nombre.

Fingí no amarte,
como quien finge no sangrar
cuando la herida es profunda,
y esa mentira me dolía más que la verdad.

Te quise con torpeza,
te quise con miedo,
te quise como quien se aferra
a lo único que lo sostiene vivo.

Y aunque ya no estés,
aunque seas recuerdo y ausencia,
yo sigo siendo tuyo en lo callado,
sigo ardiendo por dentro
con un amor que no sabe morirse.

  • Autor: Neurosis. (Seudónimo) (Offline Offline)
  • Publicado: 21 de octubre de 2025 a las 01:06
  • Comentario del autor sobre el poema: Dedicado a una persona que amé, amo y seguiré amando incluso si perdió la batalla contra la misma enfermedad que nos aqueja, la depresión. Rochy, fuiste la persona que me enseño que amar es el único camino que quiero para mi vida, aunque no sigas en el plano terrenal, la eteriedad se encargará de juntarnos en algún momento después de cruzar el umbral. Aunque ya no somos confidentes ni pareja seguís siendo la vela que ilumina el cuarto vacío que está en mi corazón.
  • Categoría: Sin clasificar
  • Lecturas: 2
  • Usuarios favoritos de este poema: alicia perez hernandez
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