Aman con labios de seda y ojos que saben mentir,
pintan de fuego la entrega, pero arden solo al fingir.
Hablan de sueños y cielos, de amores que nunca sostienen,
y al alba, desnudas de promesas, se visten con lo que conviene.
Dicen buscar lo sincero, juran que ansían amor,
pero pesan más las monedas que el latido en su interior.
Beben del cáliz del juego, y entre sombras venden su piel,
hoy su pasión es un arte, mañana solo un papel.
Se envuelven en velos de culpa, mas la fe no lava la historia,
puritana no las hace más puras ni en la iglesia brilla su gloria.
Plegarias tejidas de sombra, palabras vacías de luz,
pues quien juega a cambiar su destino, siempre regresa a su cruz.
Y cuando el día se acabe y no haya más cuerpo que venda,
cuando el tiempo les cobre lo escrito y el juicio no tenga enmienda,
¿con qué ojos pedirán clemencia si todo fue pacto y moneda?,
¿con qué rostro dirán "soy sincera" si su amor fue mentira y condena?
Los que aman a Dios son rebaño, su amor ni se compra ni vende,
pero quien hace del precio su credo, con la sombra al final se entiende.
Si algún día la vida te juzga y te encuentras sin nadie a tu lado,
pregunta a las manos que usaste quién de verdad te ha amado.
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Autor:
Billy (Seudónimo) (
Offline) - Publicado: 20 de octubre de 2025 a las 19:05
- Comentario del autor sobre el poema: Para los que creen que son santos pero hacen todo por el dinero. Dejando ver que su amor por lo material es mayor que su amor al projimo.
- Categoría: Espiritual
- Lecturas: 18
- Usuarios favoritos de este poema: Antonio Pais, Mauro Enrique Lopez Z., EmilianoDR, alicia perez hernandez

Offline)
Comentarios1
Tiene coherencia tu poema, me gustó leerte, abrazo
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