Estimados amigos y poetas del alma:
Agradezco infinitamente a todos los que hacen posible este espacio tan fraternal y acogedor para los poetas. Vuestro apoyo, vuestros mensajes de aliento, me han ayudado día a día a seguir adelante, aunque el camino sea difícil y cueste muchísimo.
A pesar de los meses transcurridos, sigo en la misma situación, esperando poder mejorar. He buscado refugio y consuelo en muchos lugares, pero la tranquilidad y el amor parecen esquivos. Sin embargo, aquí, a vuestro lado, me siento protegido y acompañado. Siempre hay alguien que me escribe, que me ofrece una palabra de aliento.
Por eso, agradezco infinitamente este espacio y a cada uno de vosotros. Me tomaré un tiempo para recuperarme y volver con más fuerza, para poder escribir de nuevo como antes.
¡Les deseo unas excelentes fiestas junto a sus seres queridos!
Muchas gracias,
Antonio Pais
A ti, Madre Guerrera
Madre, ¿qué decirte en este día,
tan especial, lleno de amor?
Tú, mi ser y eterna guía,
nueve meses me llevaste con fervor,
¡y hoy tu recuerdo es melodía!
Luchaste por mí, por mis hermanos,
nos diste sonrisas sin igual,
tus fuertes manos, siempre ufanos,
mujer tenaz, ¡de gran valor moral!,
nunca te rendiste ante los tiranos.
Me enseñaste a ser buena persona,
a luchar por mis sueños sin dudar,
ante la tormenta, ¡siempre entona!,
con libertad, el alma elevar,
¡tu lección, mi escudo que abona!
Aún siento tu perfume, Madre querida,
tras años de tu partida, ¡qué dolor!,
tu esencia en mi alma está metida,
como madres que veo con fulgor,
¡eres faro que guía mi vida!
Noches en desvelo, tú viviste,
nuestras heridas curando con amor,
mis lágrimas secaste, nunca fuiste
ajena a mi anhelo, ¡mi gran valor!,
con mis logros, ¡siempre te reíste!
Mis desalientos, tú lloraste,
mis enfermedades, ¡cuánto sufrir!,
pero jamás te acobardaste,
siempre decidida, ¡a resistir!,
con gran valor, nos abrazaste.
A Madres del mundo, mis augurios,
de felicidad, amor y paz sin fin,
de mujer, surgen grandes prodigios,
guerrera audaz, ¡ejemplo a seguir!,
¡su amor, tesoro sin litigios!
Sufre la Madre el dolor del hijo,
dolor que nadie más puede entender,
amor que trasciende todo litigio,
¡amor de Madre, sublime poder!,
que nos marca como un designio fijo.
Antes que Madre, eres mujer,
y como mujer, respeto y venero,
por tu inmenso y eterno querer,
tu ser humano, sincero y certero,
¡ejemplo de vida, sin desfallecer!
Madre, beso al cielo hoy envío,
allí te encuentro, mi eterno amor,
en mi corazón, con ferviente brío,
para Madres Guerreras, este día es primor,
¡Madres Guerreras, eterno estío!
¡A Madres de sangre y alma, mi guía!
Autor: Antonio Pais
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Autor:
Tommy (Seudónimo) (
Offline)
- Publicado: 19 de octubre de 2025 a las 09:44
- Comentario del autor sobre el poema: En este día tan especial para todas las madres del mundo que tengan felicidad llena de dicha paz y amor y para el que no la tiene besos al cielo como yo
- Categoría: Carta
- Lecturas: 3
- Usuarios favoritos de este poema: Sierdi
Comentarios2
Las madres son inmortales.
La mía, con dos pasos subió al cielo.
Y aún cuida a este mortal.
Escribes con tinta de ángel.
Un abrazo amigo.
Siardi: poeta Gracias la mía también subió al cielo ya hace varios años pero sigo siempre teniendo la mi lado tienes una gran verdad Dios te acompaño hoy y siempre Un abrazo a la distancia Gracias por leer
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