Anoche entendí por qué su amor me calma.
No fue por las palabras, ni por las promesas.
Fue por la forma en que su presencia me hizo sentir a salvo, como si mis pedazos no asustaran, como si por fin alguien los mirara con ternura.
No llegó a rescatarme.
Llegó a quedarse, sin pedir explicaciones del pasado, sin huir de mis días rotos.
Y desde entonces, hay algo distinto en mí. Una luz, un brillo que no había visto antes.
No porque el dolor se haya ido, sino porque su amor me enseña a mirarlo sin miedo.
Sanamos lento,pero sanamos juntas.
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Autor:
Luna (Seudónimo) (
Offline)
- Publicado: 14 de octubre de 2025 a las 04:18
- Comentario del autor sobre el poema: Este poema nace desde la reconciliación con el amor después del dolor. Habla de dos almas que, sin buscarlo, se encuentran y se reconocen entre las ruinas. No desde la necesidad, sino desde la calma de saberse vistas y comprendidas. Explora la idea de sanar acompañadas, de construir un refugio en medio de lo que alguna vez dolió. El amor aquí no es rescate ni promesa: es presencia, ternura y luz compartida. Refleja el momento en que entendemos que el amor verdadero no llega a completar lo que falta, sino a abrazar lo que queda. A curar despacio, sin prisa, como quien sabe que lo real no se desvanece con el tiempo.
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 1
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