Llegó la primavera, y con ella el día del anuncio.
El palacio entero fue adornado con flores.
El Surtán tomó su mano de porcelana y le colocó un anillo forjado con las gemas más puras del reino.
—Tú eres mi destino, mi reina, mi único amor —le dijo—.
Desde hoy, nadie volverá a dañarte. Eres mi refugio, mi esperanza, el corazón de mis hijos y la guardiana de este reino.
El pueblo celebró.
Las mujeres que antes la odiaban callaron, y la Reina Madre bajó la cabeza ante la fuerza del amor.
Desde aquel día, el viento del desierto comenzó a susurrar su historia.
Decían que donde caminaba la Surtana, las flores crecían,
y que su risa podía calmar tormentas.
Porque el amor que nació en el fuego terminó gobernando bajo la luz del sol.
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Autor:
starmoon (
Offline)
- Publicado: 13 de octubre de 2025 a las 20:17
- Comentario del autor sobre el poema: Espero qué le alla gustado hoy llega su final esta interpretación de el surtan (≧▽≦)o .。.:*☆
- Categoría: Amor
- Lecturas: 3
- Usuarios favoritos de este poema: Mauro Enrique Lopez Z., Sierdi
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