Le vendí y entregué
tres veces lo negué y tres veces
me maldije.
Le golpee y azote
le puse la corona de espina
y le condene
de camino no quite mi látigo de su piel
con gozo le martille los clavos
y de burla, al azar, jugué su túnica
Le grite que protestara, que se airara
que descargaras rayos y centellas.
Solo me miro, con esa mirada de oveja
que está siendo degollada,
Un ímpetu de rabia se apodero de mi
y gritando, muérete ya, le clave la lanza
Solo escuche un susurro en mis oídos
Una voz leve, que dijo: “Al padre que te
Perdone, porque no sabes lo que haces. “
Un trueno sonó con fuerza, la tierra se abrió
Una terrible oscuridad se apodero de mí,
Y desde ese instante, hace dos mil años,
Me persigue esta sed insoportable
por alcanzar la luz.
¿Por qué diablos, Judas te encarnaste en mí?.
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Autor:
mauro marte (
Offline) - Publicado: 12 de octubre de 2025 a las 15:21
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 30
- Usuarios favoritos de este poema: alicia perez hernandez, Llaneza, Tommy Duque, benchy43, Mauro Enrique Lopez Z., El Hombre de la Rosa, ElidethAbreu, WandaAngel, EmilianoDR, MISHA lg, Poesía Herética

Offline)
Comentarios3
El misterio de la vida...me gustó tu inspiración, abrazo
GRACIAS POETISA
Buena poesía, felicitaciones.
Un abrazo.
Ruben.
Gracias Poeta
Genial tu preciado versar estimado poeta y amigo Mauro Marte
Saludos afectuosos desde España
El Hombre de la Rosa
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