Hola a todos, les ofrezco un cordial saludo a cada uno de ustedes.
Hoy hablo como estudiante de Teatro, una modalidad que a veces se malinterpreta, pero que representa el corazón de todas las artes.
El teatro no es desorden, es disciplina, entrega y emoción.
Cada gesto, cada palabra y cada silencio en escena nacen del estudio, la práctica y el respeto por el arte.
Muchos piensan que los estudiantes de teatro somos rebeldes, pero no es así: somos expresivos, sensibles, creativos, con razonamiento propio, y muchas veces ser así molesta.
Nuestra energía no busca conflicto, busca comunicación y comprensión.
El teatro enseña algo que ninguna otra modalidad enseña igual:
Nos pone en el lugar del otro, nos enseña a escuchar y a entender la vida desde diferentes miradas.
Figuras dominicanas como Franklin Domínguez, Germana Quintana y Claudio Rivera han demostrado que el teatro es cultura, educación y transformación.
Y eso es lo que los jóvenes actores y actrices en formación queremos preservar:
esa energía de ser escuchados, defender y ser la voz de aquellos que por culpa de mentalidades que se han quedado en el pasado son silenciados y sometidos a reglas que a veces confunden.
Entoces yo me pregunto ¿Somos rebeldes por defender lo que es nuestro? Ya veo por qué nos nombran como la supuesta "Generación de cristal" por ser transparentes, críticos y gente que piensa.
Por eso, les pido que no vean al teatro como un problema, sino como una posibilidad.
Ser modernos no es irrespetar; es vivir el presente con arte y conciencia.
El teatro no divide, el teatro une, enseña y da voz a lo humano.
Y si el teatro siempre tiene algo que decir, es porque está hecho de lo más real que existe: está hecho de la vida misma.
Muchas gracias.
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Autor:
Keiry Diaz. (Seudónimo) (
Offline)
- Publicado: 11 de octubre de 2025 a las 16:55
- Categoría: Sin clasificar
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