Es un decir, que te suplico,
a tu hermoso cuerpo que abracé otro tiempo,
a lo que fuimos y nos hizo,
felices como la noche que deshacía nuestro lecho...
En el adentro más remoto,
a veces escucho el curso fugaz de tu latido,
que me idea cada verso,
con su ritmo que me prende y me hace diminuto...
Hoy, pasado el tiempo,
tu corazón late con sangre de otro fuego,
desde que levantaste tu vuelo,
quedando yo maltrecho con una herida en el pecho...
Y corre el destino,
sin presagiar el camino de tu regreso,
y aunque te lo suplico,
ya no podemos ser, por haber sido...
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Autor:
el brujo de letziaga (Seudónimo) (
Offline)
- Publicado: 11 de octubre de 2025 a las 01:39
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 15
- Usuarios favoritos de este poema: alicia perez hernandez, Alexandra I, Mauro Enrique Lopez Z., Texi, Antonio Pais
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