El espiritu y su control
'
¡Eh Yemayá, rompe la calma ¡
Baila Changó, quiebra el tambor!
El aire quema, el alma sangra,
cuando el espíritu toma el control.
En el solar de la noche encendida,
retumba el cuero bajo la cruz,
la sangre vibra, la voz se olvida,
y el santo baja envuelto en luz.
Sudor y miedo cruzan la tierra,
los ojos tiemblan, la voz se va,
la sombra entra, la carne cierra,
y el alma siente lo que no está.
Tambores viejos llaman al fuego,
orishas danzan en su ritual,
el cuerpo tiembla, ya no hay sosiego,
la fe y el miedo son igual.
Una mujer grita, cae rendida,
el trance la alza, ya no es mortal,
la voz del muerto marca su vida,
habla un espíritu colonial.
En esa noche de piel y canto,
la historia arde sin compasión,
negros y dioses, dolor y manto,
rezan al ritmo de la posesión.
Los siglos pesan sobre el sonido,
cada tambor guarda un clamor,
de un pueblo antiguo, jamás vencido,
que alzó su fe contra el opresor.
cuando el santo toca la mente,
no hay razón, ni tiempo, ni voz,
la carne tiembla, el alma siente,
la herencia negra hablando en Dios.
¡Eh Yemayá, rompe la calma!
¡Baila Changó, quiebra el tambor!
El trueno ruge, la noche manda,
y el alma grita: ¡soy tradición!
Sebastian C./6 de octubre de 2025,
-
Autor:
antonio cuervo (
Offline)
- Publicado: 9 de octubre de 2025 a las 13:45
- Comentario del autor sobre el poema: Estos versos encierra un clima de pura acción espiritual, donde el ritmo y la fe se funden en un ritual de energía ancestral. Cada palabra vibra con la fuerza de la espiritualidad afro-cubana, evocando los tambores, los espíritus y la intensidad de una tradición viva. Gracias poeta Sebastián C. por su bello y valioso aporte a esta obra que plasma nuestras raíces en versos.
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 11
- Usuarios favoritos de este poema: Mauro Enrique Lopez Z.
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.