El tiempo
es un cuchillo.
No hiere —
corrige.
No deja sangre,
pero sí la memoria
de haber sido cuerpo.
Ven.
Desvísteme del gesto
de amarte,
como quien arranca
una flor ya cerrada.
No por belleza.
Por tacto.
Por la delicia que deja
Antes que el viento se la lleve.
Así,
despojada,
mi alma se pliega
como pergamino
a la llama.
No es ofrenda.
Es tránsito.
Una abertura
que ya contiene el cierre.
El amor —
no pide raíces,
sólo un resquicio de tierra
para erguirse
y colapsar
en el mismo temblor.
Gocemos esta llama
sin reloj.
La eternidad
es el miedo vestido de oro,
el intento de sujetar
lo que se hace humo
por vocación.
El deseo de poseer
es el error
de los que confunden
movimiento
con pérdida.
Cuando el pulso
se aquiete,
cuando lo vivido
se enfríe
como brasas rendidas
al filo del alba,
sabrás:
amar
es permitir que el otro
sea
fuera de uno.
Sin anclas.
Sin cerrojos.
Sin nombre incluso.
Y si el tiempo ha de cortar,
que lo haga
cuando aún duele.
Cuando aún
arde.
Vi una hoja caer
sin ruido.
Y supe:
todo termina con más ternura
de la que creemos.
—L.T.
10/6/2025
-
Autor:
LOURDES TARRATS (
Offline)
- Publicado: 6 de octubre de 2025 a las 15:39
- Comentario del autor sobre el poema: A veces, el amor más verdadero no es el que permanece, sino el que se atreve a irse antes de apagarse. Este poema alguien podría guardar en su bolsillo como amuleto contra el miedo a perder. Gracias por leer mis poemas, queridos amigos. Un abrazo a todos.
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 98
- Usuarios favoritos de este poema: Antonio Pais, EmilianoDR, Santiago Alboherna, mauro marte, Javier Julián Enríquez, Henry Alejandro Morales, Martha patricia B, Nelaery, Mª Pilar Luna Calvo, alicia perez hernandez, Lualpri, JUSTO ALDÚ, Mauro Enrique Lopez Z., Josué Jaldin, Lucía gómez, William26🫶, Carlos Baldelomar, JAVIER SOLIS, Andiuz, Annabeth de León, Fabio de Cabrales, Poesía Herética, Sir. Black Lyon, WandaAngel, Mael Lorens, _Incipiens_, Alex R. Palacios
Comentarios10
amar
es permitir que el otro
sea
fuera de uno.
Gracias poeta Tarrats, de este tema he escrito algo muy breve ayer. Amar y dejar respirar para existir.
Saludos 👋
Si, amigo Emiliano,
Gracias por tu lectura generosa.
Sí, amar es permitir que el otro respire fuera de uno,
sin miedo a que se nos escape,
sin necesidad de cercarlo para sentirlo cerca.
Tu comentario me acompaña como eco suave:
amar y dejar existir…
como quien abre la ventana y confía en el regreso del viento.
Un abrazo,
—Lourdes
En el amor siempre hay el riesgo de perder
sin embargo es hermoso participar en ése juego de dos,
sanos consejos para preservar el verdadero amor
Preciosos versos mi muy querida amiga.
Con mucho cariño
JAVIER
Gracias, querido Javier.
Sí, el amor siempre lleva consigo el riesgo,
pero también la belleza de entregarse sin garantías.
Ese juego de dos, como tú lo nombras,
es danza, es pacto, es respiración compartida.
Tus palabras abrazan mi verso con ternura,
y me recuerdan que amar también es confiar
en lo que no se puede controlar.
Con cariño y gratitud,
—Lourdes
Mi preciosa y muy querida amigacanto.
leer lo que escribes es toda una clase de sabiduría
y intenso calor humano. Tienes una ternura y dulzura
que traspasa el encanto.
Con muchísimo cariño
JAVIER
es difícil soportar el amor cuando no es correspondido...
Santiago, amigo,
Sí…
el amor no correspondido
es una herida que no sangra,
pero pesa.
Es mirar al otro con ternura
y saber que esa mirada no vuelve.
Pero incluso en ese dolor
hay belleza:
la de haber amado sin medida,
sin condiciones,
sin garantía.
Gracias por tu resonancia.
A veces, amar sin retorno
es también una forma de libertad.
—Lourdes
si
El verdadero amor, ese que un día hizo llorar y reír e incluso en alguna ocasión odiar por tanto amor, nunca se va, nunca se olvida: resiste, se queda en nosotros, se esconde pero está siempre a la vista y atento. En el verdadero amor no existe el olvido o si se quiere el presunto olvido ya que es lo que nos recuerda que todo está y quedó intacto.
Gracias por tan hermoso poema.
Hola Nkonek,,
Gracias por tu lectura tan sentida.
Sí, el verdadero amor deja huellas que no se borran,
aunque a veces se escondan en los pliegues del alma.
Ese “presunto olvido” que nombras
es solo la forma que tiene el amor
de seguir respirando en silencio,
atento, intacto,
como una luz que no se apaga,
solo cambia de rincón.
Tu comentario me abraza.
Gracias por sentir conmigo.
—Lourdes
Gracias. Otro saludo...
Así es, Lourdes.
Si se ama verdaderamente, se desea lo mejor para esa persona amada.
Si se quiere ir, tiene las puertas abiertas. No se puede retener a nadie, porque nadie es nuestro. Aunque cause tristeza una despedida, es una forma de amar el dejarle libertad sin ataduras.
Muchas gracias por compartirlo, Lourdes.
Un abrazo.
Si, amiguita, así es. A veces es difícil, pero es la vida.
Un abrazo con mucho cariño
_LOURDE
Un abrazo, Lourdes.
Vi una hoja caer
sin ruido.
Y supe:
todo termina con más ternura
de la que creemos.
Eso es verdad, la muerte no duele.
Saludos poetisa Lourdes Tarrats
Amigo Salvador
Gracias por tu resonancia tan serena.
Sí… a veces la muerte se parece más a una caricia que a un golpe.
Como esa hoja que cae sin ruido,
nos enseña que el final puede ser suave,
y que el dolor no siempre grita:
a veces se despide con ternura.
Un abrazo agradecido,
—Lourdes
IDEM 👍🙋♂️🤝🤝🤝
Lo que empieza como una reflexión sobre el paso del tiempo se convierte en una meditación sobre el amor, el desapego y la fugacidad, donde cada imagen —la flor cerrada, el pergamino, la llama— parece deshojar una capa del alma.
El cierre es magistral: la hoja que cae “sin ruido” condensa todo el viaje del poema. No hay tragedia, sino ternura; no hay pérdida, sino transformación. La pieza podría leerse como un pequeño tratado poético sobre la impermanencia, donde cada verso actúa como una incisión de luz en la piel del tiempo.
Saludos
Querido Justo,
Gracias por tu lectura que abraza lo efímero con tanta delicadeza.
Si cada verso es luz en la piel del tiempo,
tus palabras son lo que la ternura deja.
La hoja cae sin ruido, sí… pero tú la escuchaste.
Y al nombrarla, la hiciste vuelo.
Un abrazo cariñoso,
—LOURDES
10/7/2025
Me parece tu poema muy logrado, a base de juegos de conceptos, imágenes y metáforas. Muy bonito. He destacado "amar
es permitir que el otro
sea
fuera de uno." Pero se podrían destacar muchas sutilezas de tu exquisito escribir. Un gusto leerte. Saludos cordiales.
Hola Andiuz,
Lindas palabras: gracIas por tu comentario.
Quedo agradecida,
-LOURDES
Muchas gracias, amiga Lourdes, por este bello y reflexivo poema, con gran contenido filosófico acerca del tiempo que no hiere, sino que despoja a uno de la ilusión de que las cosas duran para siempre. Así, la memoria, como si dijésemos, recuerda el cuerpo y nos hace darnos cuenta de que la vida es breve. En ese sentido, el poema invita a liberarse de las ataduras y a abrazar la transitoriedad, temporalidad, impermanencia con delicadeza, como la liberación de una flor marchita. A este respecto, la llama representa la pasión y la vida. Por tanto, no hay reloj, así que la eternidad, que intenta aferrarse a lo efímero, se revela como un miedo cubierto de oro. Así las cosas, el amor sin ataduras permite que el otro exista fuera de uno mismo, sin restricciones ni nombres. Considerando esto, el poema, en sí, me ha fascinado por su profunda reflexión sobre la naturaleza del tiempo, el amor y la existencia, toda vez que utiliza un lenguaje evocador y una estructura que invita a la introspección.
Un cordial saludo y fuerte abrazo con mi más afectuoso aprecio
Querido Javier Julián,
Tu comentario es un regalo que honra no solo el poema, sino el silencio que lo rodea.
Gracias por detenerse en ese umbral donde el tiempo no hiere, sino desnuda,
y por nombrar con tanta delicadeza
la flor marchita que no muere, sino se libera.
Se esconde en mi silencio tu mirada sobre la llama,
esa pasión que no busca durar,
sino arder con sentido.
Y sí, quizás la eternidad no sea más que
un miedo vestido de oro,
una nostalgia por lo que nunca fue nuestro del todo.
Tu reflexión me acompaña como un dicho antiguo,
como pensamiento que respira con elegancia.
Gracias por leerme con alma y pensamiento,
por abrazar la permanencia como quien sabe
que el amor verdadero no ata,
sino permite que el otro exista
fuera de uno,
y aun así, permanezca.
Con gratitud profunda,
—LOURDES
Buen poema. Recuerda mucho al estilo de Enrique Lihn en sus primeros poemas.
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