Del astro al viento, en música doliente,
persigo tu belleza inmaculada;
cual sombra fugitiva, desterrada,
que huye del peregrino persistente;
en cada gota límpida y luciente,
en cada aurora púrpura, velada,
descubro tu presencia, más callada
se esconde tras el velo transparente.
Como águila que asciende majestuosa
buscando entre las nubes su destino,
mi alma se eleva, inquieta, silenciosa;
mas halla en cada cumbre cristalina
solo el reflejo de tu luz hermosa,
perpetua en lejanía diamantina.
-
Autor:
Javier Julián Enríquez (
Offline)
- Publicado: 5 de octubre de 2025 a las 15:28
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 76
- Usuarios favoritos de este poema: ✏️...Ana, Tommy Duque, Lualpri, Salvador Santoyo Sánchez, JUSTO ALDÚ, Llaneza, Mauro Enrique Lopez Z., El Hombre de la Rosa, 🇳🇮Samuel Dixon🇳🇮, MISHA lg, AnnaSerena28, alicia perez hernandez, CBR, Fabio de Cabrales, La Hechicera de las Letras, Mª Pilar Luna Calvo, Lucía gómez, Rafael Escobar, Nelaery, Raiza N. Jiménez E., Jaime Correa
Comentarios8
Es un bello poema, en donde imagino que se intenta alcanzar la perfección espiritual, que creemos inalcansable.
Pero la fuerza interior, siempre esta en esa busqueda, aunque parezca inalcanzable.
Me encantó, gracias por compartir.
Saludos poeta amigo Javier Julián Enríquez
Muchas gracias, amigo Salvador, por tu valioso comentario. Así es, tal como muy bien señalas, el poema se presenta como una indagación de la búsqueda de la perfección espiritual, una aspiración que, desde la perspectiva humana, se percibe como un ideal difícil de alcanzar. De esta forma, el poema sugiere una reflexión sobre la tensión inherente a la condición humana, toda vez que explora el anhelo de trascendencia frente a las limitaciones terrenales.
Un cordial saludo y fuerte abrazo con mi más afectuoso aprecio
👍🤝🤝🤝
Javier Julián, Este soneto se construye con la cadencia de la poesía clásica, donde la forma se vuelve tan esencial como el sentimiento. La voz lírica, en su tono solemne y melancólico, dibuja una persecución que nunca alcanza su objeto: la belleza inmaculada que se oculta tras velos de transparencia y distancia. La presencia buscada aparece como sombra fugitiva, como reflejo en gotas o auroras, siempre sugerida, nunca plena, lo que convierte el poema en una meditación sobre la imposibilidad del encuentro total.
La comparación con el águila que asciende majestuosa añade fuerza simbólica: el vuelo es ascenso espiritual, hambre de altura, de sentido, y sin embargo la cumbre cristalina solo devuelve un espejo de la luz deseada. Hay aquí una dialéctica entre lo humano y lo divino, entre lo tangible y lo eterno: el sujeto poético se eleva, pero la plenitud queda suspendida en la lejanía diamantina, inaccesible.
El poema, en suma, encarna la paradoja del anhelo: lo que no se posee se vuelve eterno, lo inalcanzable se transforma en motor de la búsqueda. Su belleza reside tanto en la perfección formal del soneto como en la hondura de su contenido: un canto al deseo que se mantiene vivo precisamente porque nunca se sacia.
Saludos
Muchas gracias, amigo JUSTO, por este gran y magnífico análisis. Mi más sincero agradecimiento por la lectura del poema y valiosa interpretación que enriquece la comprensión del poema. Efectivamente, tal como muy bien señalas, «el poema encarna la paradoja del anhelo: lo que no se posee se vuelve eterno, lo inalcanzable se transforma en motor de la búsqueda». En tal sentido, aquello que no se alcanza, lo inasequible, adquiere una dimensión de eternidad en el ámbito de la imaginación y el deseo. De esta forma, esta condición de inaccesibilidad, lejos de constituir un obstáculo, se transforma en el motor que impulsa la búsqueda incesante. En este contexto, el anhelo se convierte en la fuerza motriz que dinamiza la experiencia humana, que nos invita a trascender los límites de lo tangible y a proyectarnos hacia horizontes de significado y plenitud. Considerando esto, la imposibilidad de la posesión, en una ironía del destino, parece perpetuar el anhelo, toda vez que lo mantiene vivo y vibrante, y que transforma lo inalcanzable en el centro de nuestra constante exploración existencial.
Un cordial saludo y fuerte abrazo con mi más afectuoso aprecio
Bellísimos versos.
Un abrazo Javier.
Muchas gracias, amiga Llaneza, por tu apreciado comentario sobre el poema y por tus bellas palabras.
Un cordial saludo y fuerte abrazo con mi más afectuoso aprecio
Hermoso y genial tu bello poema estimado compatriota y amigo Valenciano Javier Julian Enríquez
Saludos de Críspulo desde el Norte de España
El Hombre de la Rosa
Muchas gracias, amigo Críspulo, por tu apreciado y valioso comentario.
Un cordial saludo y fuerte abrazo con mi más afectuoso aprecio desde esta hermosa tierra de nuestra querida España, València.
hermosas letras poeta
gracias por compartir
mas halla en cada cumbre cristalina
solo el reflejo de tu luz hermosa,
perpetua en lejanía diamantina.
besos besos
MISHA
lg
Muchas gracias, MISHA, por tus bellas palabras y apreciado comentario.
Un cordial saludo y fuerte abrazo con mi más afectuoso aprecio
Veo el pulso de tu poema y puedo sentir la elegancia que respira en cada verso: la búsqueda, la elevación, la luz diamantina… todo calculado, todo armonioso. Pero y este es el “pero”, lo que falta no es menor: le falta intensidad, esa que transforma contemplación en catarsis.
Lo que posees es la visión de un peregrino que asciende, pero aún camina sobre nubes seguras. Falta que el lector sienta el vértigo, la desesperación de no alcanzar, que cada aurora púrpura no solo admire la belleza, sino que queme con la frustración de lo inalcanzable. Ese pelín de intensidad daría a tu poema la fuerza de un abismo que atrae y repudia al mismo tiempo, convertiría la serenidad en violencia controlada, la luz diamantina en lámina de aire que hiere con su distancia.
Si lo consiguieras, tu obra no solo sería elegante y reflexiva, se volvería imprescindible, un golpe en la conciencia del lector, una experiencia que no se olvida. Ese toque le permitiría atravesar el intelecto y clavarse en el pecho, convirtiendo la búsqueda de tu protagonista en la nuestra, haciendo que cada intento de alcanzar lo inalcanzable se sienta como un acto visceral y existencial.
En otras palabras: hoy es bello; con esa intensidad faltante, sería sublime.
La Hechicera de las Letras.
Muchas gracias. Agradezco profundamente tu valioso análisis y excelente interpretación del poema, los cuales ofrecen una perspectiva enriquecedora que invitan a una honda reflexión. Así, si nos detenemos en una lectura y primer análisis del soneto, se puede percibir que se presenta como una meditación sobre la belleza y sus límites, donde el deseo opera simultáneamente como motor y herida; la perfección, intuida pero inalcanzable, se manifiesta como promesa y ausencia. Desde esta perspectiva, se diría que este poema nos convoca a una reflexión sobre la condición humana, caracterizada por una búsqueda incesante, en la cual encontramos la dignidad del espíritu y la melancolía inherente a lo irrealizable. No obstante, si llevamos a cabo un análisis más en profundidad, comparto tu apreciación al señalar la falta de intensidad en el poema, la ausencia de esa fuerza transformadora que eleva la experiencia a una dimensión superior que impacte en el lector. Para ello, creo que el poema debe transmitir y revelar, y nosotros como lectores debemos percibir, una profunda exploración de la naturaleza humana, que entrelaza la búsqueda de la belleza con la conciencia de sus limitaciones. Ahora bien, este soneto, como forma poética, pretende convertirse en un vehículo para la contemplación de la perfección, un ideal que, aunque anhelado, permanece esquivo. Sin embargo, llegados a este punto, creo que, para cautivar al lector, el deseo, en este contexto, tendría que manifestarse como una fuerza dual: que impulsa la búsqueda, pero que también genera la frustración inherente a la imposibilidad de alcanzar la plenitud. Considerando esto, podríamos obtener una importante reflexión sobre la condición humana que se manifiesta en la constante tensión entre la aspiración y la realidad. Por otra parte, muchas veces creemos que la dignidad del espíritu reside en esta búsqueda incesante, en la capacidad de perseverar a pesar de la conciencia de lo irrealizable. A este respecto, llegaríamos a la conclusión de que la melancolía, por lo tanto, no es un mero sentimiento de tristeza, sino una comprensión profunda de la fragilidad de la existencia y la naturaleza efímera de la condición humana.
Un cordial saludo y fuerte abrazo con mi más afectuoso aprecio
Magistral soneto donde brilla la más epicúrea lumbre del místico amor. Mi sinceras felicitaciones viajan hacia ti llevando con ellas mi fraternal abrazo y grande aprecio a tu dilecta amistad.
Muchas gracias, Rafael, por tus bellas palabras y valioso comentario.
Un cordial saludo y fuerte abrazo con mi más afectuoso aprecio
Es un precioso soneto donde se expresa el camino que sigue el alma hasta alcanzar su más alto nivel.
Describe desde el principio el arduo camino que ésta va atravesando y los diferentes sentimientos que van surgiendo, hasta alcanzar el estado de plenitud.
Muchas gracias por compartirlo, Javier Julián.
Saludos.
Muchas gracias, Nelaery, por tu valiosa interpretación del poema, que nos invita a una profunda y reflexiva meditación sobre la naturaleza del ser y su incesante búsqueda de la trascendencia. Cierto es tal como muy bien señalas que la descripción de este arduo camino, con sus desafíos y transformaciones emocionales, resulta fundamental para comprender la dinámica del crecimiento espiritual y la consecución de la paz interior.
Un cordial saludo y fuerte abrazo con mi más afectuoso aprecio
Así es, poeta.
Saludos y un fuerte abrazo también.
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.