LAS ESPINAS DEL TIEMPO

Gerardo Barbera

 

I

Siempre he vivido rodeado de soledades,

escuchando las voces de campanas lejanas,

tan vacías, silenciosas, marchitas, sin rostros;

como si la vida se esfumara lentamente,

entre las blancas grietas de la muerte infinita.

Miradas de seres enloquecidos que se hunden

en la humedad eterna y profunda de la noche,

las pisadas desaparecen sin dejar rastros;

copas de placeres espumosos, carcajadas,

el baile de los verdugos, la sangre inocente.

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Comentarios +

Comentarios1

  • Nkonek Almanorri

    Busca un refugio contra esas soledades, busca otras voces, otras miradas.



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