Apareció entonces tu mirada,
¡Mil nubes encerradas en tu manera de inquirir!
Tuve entonces el placer de verla despejada
¡Y un sol sin fecha ni rumbo apartó todo lo callado!
Tuve entonces, por desgracia o retorcida fortuna, que ver sus diluvios,
¡Y tu cielo cambiante hizo temblar todo el Parnaso!
Y no pudieron sus hijos gritar a la injusticia, porque toda posibilidad de nombrarla quedó sepultada junto a lenguas muertas.
Y no pudieron sus nietos escribir de esa desdicha, porque el aguacero dejó a la tierra embarrada sin amor, colores, ni poetas.
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Autor:
Lis Lucas Pérez (
Online)
- Publicado: 4 de octubre de 2025 a las 17:12
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 40
- Usuarios favoritos de este poema: Antonio Pais, ElidethAbreu, EmilianoDR, alicia perez hernandez, Gianella (G.V.E.) 🌹, Mª Pilar Luna Calvo, Salvador Santoyo Sánchez, Mael Lorens, 🇳🇮Samuel Dixon🇳🇮
Comentarios1
Si un día y de repente dejara de llover y este tiempo sin lluvia se prolongara, desaparecería la palabra lluvia y con el ella el verbo llover; entonces no se podría hablar haciendo uso de la palabra "Tierra húmeda...".
...Y entre todas las lenguas muertas siempre habrá una para decir que Zaragoza no se rinde.
De D. Benito Pérez Galdós.
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