Otro día llegará,
así me insiste este calendario,
con sus martes y sus jueves,
pero aquí adentro,
hace tiempo que todo es domingo.
Un domingo de encierro,
un domingo de persiana a media asta,
de pasear afuera las tristezas
donde hagan sus necesidades
y no corromper el olor
que aun descansa
en tu lado de la cama.
Aquí hubo un tiempo,
en que el sol, era asunto tuyo,
un privilegio que amanecía en tus muslos,
y era medio día en tu pecho,
el reloj era entonces un péndulo
colgado en la ventana
donde una y otra vez nos amanecía.
Ahora me pregunto
quién nos exilió de la costumbre
cómo fue que el sol
se durmió un día antes
y nos dejó a la suerte
solos con la noche.
Al final
Quizá toda la culpa fue mía
por no entender que los días pasan.
O quizá
sea mi única y rotunda suerte:
haberte conocido.
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Autor:
Carlos Baldelomar (Seudónimo) (
Online)
- Publicado: 2 de octubre de 2025 a las 09:58
- Comentario del autor sobre el poema: Cuando los días dejan de ser.
- Categoría: Amor
- Lecturas: 4
- Usuarios favoritos de este poema: Lucía gómez, Carlos Baldelomar, Tommy Duque, Rafael Escobar
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