Carlos Baldelomar

+ OTRO DÍA LLEGARÁ +

Otro día llegará,
así me insiste este calendario,
con sus martes y sus jueves,
pero aquí adentro,
hace tiempo que todo es domingo.

Un domingo de encierro,
un domingo de persianas dormidas,
de pasear afuera las tristezas
donde harán sus necesidades
para no corromper el olor
que aun descansa
en tu lado izquierdo de la cama.

Aquí hubo un tiempo,
en que el sol, era asunto tuyo,
un privilegio que amanecía en tus muslos,
y era medio día en tu pecho,
el reloj era entonces un péndulo
colgado en la ventana
donde una y otra vez nos amanecía.

Ahora me pregunto
quién nos exilió de la costumbre
cómo fue que el sol
se durmió un día antes
y nos dejó a la suerte
solos con la noche.

Al final
Quizá toda la culpa fue mía
por no entender que los días pasan.
O quizá
sea mi única y rotunda suerte:
haberte conocido.