Salió por la ventana que indicaba a sus adentros,
y su mirada, despeinada de brillar a sotavento,
me regaló, sin calma, tampoco pena ni tormento,
una brisa frenada por sus sacáis de puro hierro,
metal frío pero dulce, madera de esa que no toca el tiempo,
y que con orgullo traduce en brillo lágrimas y recuerdos.
Pero mal compañero es el aire, y su rojo sí es tormento,
y tus ojos ya saben lo que es un largo invierno.
Pero ¡Ay compañero! La luna sabe si miento,
que el mar es siempre, del amanecer fiel espejo,
y por firme la tronada, y cruel su cimiento,
no son las olas sino pan para sus besos.
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                        Autor:    
     
	Lis Lucas Pérez ( Offline) Offline)
- Publicado: 29 de septiembre de 2025 a las 11:35
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 34
- Usuarios favoritos de este poema: Mauro Enrique Lopez Z., EmilianoDR, Mael Lorens

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Comentarios1
No hay en este mundo palabras para describir tu arte, buen señor. Espero de todo corazón que Dios le bendiga con bienaventuranzas, tantas como lágrimas de alegría han traído al cristal de mis ojos tus palabras.
Muchos besitos en el culete.
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