Llega puntual, como un rito antiguo:
tercer hijo de cuatro estaciones,
con sus maletas de oro marchito
aún aferradas a las manos.
Trae consigo un reino de mudanza y ocaso;
esparce humedad en el viento
y todo se detiene, suspendido
en una balsa de óxido y ámbar.
Los árboles, temblorosos,
se despojan de sus abrigos;
las aves migran buscando
otros cielos de acogida.
Las ramas, dedos retorcidos,
dibujan oraciones contra el cielo plomizo.
Las hojas —ya sin nombre—
se transforman en alimento de lombrices;
bajo tierra celebran, silenciosas,
el banquete del fin.
Es el principio del final,
catarsis dictada por el ciclo eterno:
un secreto que el mundo renueva cada año.
A lo lejos, la primavera respira,
aguardando tras el umbral.
Cuando su hermano cruce la puerta,
despertará la tierra:
flores en clarines, colores en canto,
y el mundo renacerá.
Rubén Romero Toledo © 2025 todos los derechos reservados
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Autor:
_Incipiens_ (Seudónimo) (
Offline) - Publicado: 28 de septiembre de 2025 a las 07:34
- Categoría: Naturaleza
- Lecturas: 47
- Usuarios favoritos de este poema: Mauro Enrique Lopez Z., JUSTO ALDÚ, Mª Pilar Luna Calvo, Hernán J. Moreyra, rosi12, DRM, Nelaery, Salvador Santoyo Sánchez, Josué Jaldin, Scarlett-Oru, Annabeth de León, Rafael Escobar, EmilianoDR, liocardo

Offline)
Comentarios6
Este poema se abre como una liturgia del otoño: lo conviertes en un rito solemne, cargado de símbolos de tránsito y renovación. La estación no aparece como simple paisaje, sino como personaje que carga maletas, que dicta mudanzas y silencios. Las imágenes —árboles desnudándose, ramas que rezan, hojas que se entregan al banquete subterráneo— construyen un tono de despedida serena, casi mística.
Saludos
Gracias Justo por tu análisis.
Un abrazo.
Hola Incipiens, muchas gracias por compartir tus versos, estimado. Muy buen poema. Que tengas buen Domingo, un abrazo cordial poeta
Muchas gracias Hernán, feliz domingo para ti también.
Un abrazo.
Bellos versos que describen la llegada del otoño, con los cambios fìsicos y espirituales que éste supone.
Muchas gracias por compartirlo, poeta Incipiens.
Saludos.
Mil gracias a ti por leerlo Nelaery.
Un abrazo.
Un abrazo.
La vida sigue su ciclo,
el otoño que deja atrás al verano,
y antesala del invierno,
tiene algo especial, para quien lo sabe escuchar.
Buen trabajo...¡ hacia adelante ni un paso atrás!
Siempre hacia adelante!. Muchas gracias Jesús.
Un abrazo.
La ley eterna de la vida: Evolución. Unas veces para el bien, otras veces para el mal, pero invariable y puntual. Mis fekicitaciones por tu tan bien pintado poema surealista. Fraterno abrazo con sincero aprecio.
Gracias Rafael, comentarios así, motivan a uno a seguir escribiendo.
Un abrazo.
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