Amaneció otro día,
y la noticia atravesó la calma:
una joven de treinta años
murió en la mesa fría
de una cirugía estética.
Una madre llora desconsolada.
Su única hija viajó a escondidas,
ignorando tantos consejos,
sin comprender que la belleza del cuerpo
es pasajera,
que se desvanece como humo
entre las manos del tiempo.
¿Qué le diré a tus hijos
cuando me pregunten con voz temblorosa:
“Abuela, por qué mamá se fue al cielo
y nos dejó tan pequeños”?
¿Qué le diré a tu esposo,
que te amaba sin medida,
que eras su pedazo de cielo,
y que ahora camina desgarrado
en un duelo infinito?
Pensaste en la belleza,
pero no en las consecuencias.
Creíste salir del quirófano
más radiante que nunca,
mientras la muerte, paciente,
afilaba su guadaña
con una sonrisa burlona.
Moriste una mañana
lejos de tu familia,
por querer encajar
en el espejo roto de un mundo
que vende vanidad hueca
y convierte el cuerpo en mercancía.
Un mundo que reduce a la mujer
a un objeto de consumo,
que promete amor en una talla,
y reconocimiento en un bisturí,
como si la plenitud
se comprara con cicatrices.
Pero la verdad duele más:
nadie recordará tu vida por tu cintura,
ni por el molde perfecto de tu rostro,
sino por la ausencia brutal
que dejó tu partida.
La vanidad que buscaste
se marchitó contigo,
y en un cuarto frío de morgue
tu reflejo fue olvidado,
como un espejo roto
que ya no devuelve luz.
-
Autor:
Poemas De Una Mente Joven. (Seudónimo) (
Offline)
- Publicado: 27 de septiembre de 2025 a las 08:13
- Comentario del autor sobre el poema: Este poema nace después de que una amiga muy querida falleció en busca de la perfección, la cual siempre estuvo dentro de ella. Es más que un poema lo que escribo aquí, es un llamado a la aceptación, al amor propio, a la autoestima, a quererse primero antes que a los demás, y dejar de querer llenar moldes ajenos. Lo hermoso de cada ser humano radica en su interior. Muchas vidas se siguen perdiendo en la búsqueda de encajar en un mundo lleno de vanidad, que solo vive de apariencia. Espero que sea de su agrado mis letras.
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 15
- Usuarios favoritos de este poema: Lualpri, Mauro Enrique Lopez Z., Salvador Santoyo Sánchez, _Incipiens_
Comentarios3
La vanidad que buscaste
se marchitó contigo,
y en un cuarto frío de morgue
tu reflejo fue olvidado,
como un espejo roto
que ya no devuelve luz.
Hola, estimada amiga poeta...
Una triste historia que se repite frecuentemente, por esa necesidad de muchos por verse joven y bello. Apariencias que pueden culminar como en este caso, de la peor manera, sin tomar conciencia de la realidad.
Gracias por compartir tus historias.
Ten un maravilloso fin de semana!
Luis.
Lualpri realidades que no dejan de doler, historias repetitivas que siguen llenando de luto a familias enteras, es penoso como la vanidad sigue cambiando cuerpos, pero no conciencias.
Muchas gracias por pasar a leerme.
Saludos cordiales!!
Pensaste en la belleza,
pero no en las consecuencias.
Creíste salir del quirófano
más radiante que nunca,
mientras la muerte, paciente,
afilaba su guadaña
con una sonrisa burlona.
Gran mensaje, que ojalá se tomado en cuenta por muchas mujeres insatisfechas con su naturaleza.
Saludos poetisaYoleisy
Salvador otra realidad de esas que duelen y que es un panorama habitual del dia a dia, convirtiendo la vanidad a mujeres valiosas en cifras en un mundo que sigue vendiendo la belleza fisica, como un todo cuando solamente es un paiseje que el tiempo se llevara.
Saludos cordiales!!
Exactamente.
Saludos sinceros
Muy cierto, palabras que hacen pensar...
Un abrazo.
Incipiens realidad que duele y en la que todos nos toca reflexionar, estamos viviendo tiempos donde lo artificial es moda y lo autentico un lujo escaso.
Saludos cordiales!!
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