Ella, la que borda en oro mis palabras, con su piel canela calcina mis alas, y sus ojos de miel, dulces caravanas; es luna de plata en mis madrugadas claras.
Ella, viajera de un cometa errante, se detiene en mi mundo de sueños vibrantes; vestida de rojo, danza elegante sobre la lira íntima de pensamientos flamantes.
Su aroma persiste, fragancia sagrada, como brisa de rosas en la mañana dorada; y en cada destello su ser me reclama: es diosa oriental lejana, es misterio, canto, baile y llama, como una flor de magma con toques de Iris y aroma de lava.
-Adahí Miranda.
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Autor:
Leviatán. (Seudónimo) (
Offline)
- Publicado: 25 de septiembre de 2025 a las 04:15
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 3
- Usuarios favoritos de este poema: Lualpri, WandaAngel
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