Se apacó en mí el deseo de la somnolencia,
para concretar este último viaje
logré encontrar la reminiscencia.
La palidez de la noche
se abatió frente a mí,
se rindió ante audaz oponente.
Tronó sus dedos,
descansó su corona
en el féretro de mi agrado,
y pidió vendetta ante mis súplicas.
¡qué difícil fue igualarme a ella,
opacar mi humanidad,
esclarecer mi alma!
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Autor:
L quirkich (
Offline)
- Publicado: 24 de septiembre de 2025 a las 10:19
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 19
- Usuarios favoritos de este poema: Mauro Enrique Lopez Z., EmilianoDR, Salvador Santoyo Sánchez
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