No queda nada por decir:
toda la luz que fui
ya te la entregué.
Hoy abandono este tibio fulgor
con que te abracé,
amor marfil
donde me vertí,
casi sangrando.
Renuncio a la necesidad
para recuperar mi serenidad.
Mis ojos miran profundo
a través del insomnio
y respiro distinto:
el misterio de la noche
se disuelve en amor,
el dolor se consume.
Humedad callada
en el contorno oscuro de un latido.
Brisa fría que sostiene la bruma,
invisible a los ojos por elección.
Silencio:
verdad oculta,
fuerza que repara,
soledad que me nombra.
Ya no hay preguntas,
tampoco respuestas.
No volveré al recuerdo,
el pasado se disuelve,
bruma en la penumbra,
lo abrazo y lo abandono
ante el presente,
latido que renace,
claro y ardiente,
como una luna nueva
que ilumina el interior
oscuro de mi pecho,
renaciendo.
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Autor:
Nestor Varela (
Offline)
- Publicado: 22 de septiembre de 2025 a las 00:10
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 23
- Usuarios favoritos de este poema: Antonio Pais, Mauro Enrique Lopez Z., alicia perez hernandez, EmilianoDR, JUSTO ALDÚ
Comentarios1
Que hermosa luna nueva has compuesto poeta Nestor.
Me ha encantado leerlos.
Abrazos y gracias.
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