Latido bajo la costilla,
un golpe —
en la puerta entreabierta.
Traductor del mapa,
con dedos ciegos,
descifra el encaje que nadie ve.
La vibración —
es sutura.
Desvela piel.
Y palabra.
No hay templo —
solo humo
y misterio encendido.
No hay cerraduras —
queda la piel
de un libro quemado.
-
Autor:
Clara Verdoy (Seudónimo) (
Offline)
- Publicado: 21 de septiembre de 2025 a las 10:16
- Comentario del autor sobre el poema: Este poema nace de la experiencia de un encuentro que, lejos de ser solo físico o emocional, se convierte en una transformación profunda. Habla de las huellas que deja alguien en otro, de ese fuego interior que se enciende al reconocernos en el otro, y de la delicada sutura que nos permite sanar, desvelar y reconstruir. Las imágenes que lo atraviesan —la piel, el latido, el mapa invisible— buscan expresar esa dimensión íntima donde cuerpo, palabra y misterio se entrelazan. Sin embargo, el poema se resiste a una interpretación única: puede leerse como un proceso personal de revelación y cambio, o como la potente dinámica entre dos seres que se abren y queman mutuamente. Sin cerradura invita a entrar sin miedo en ese espacio vulnerable, donde no hay límites ni seguridades absolutas, solo la incertidumbre ardiente de lo vivido y lo por venir.
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 29
- Usuarios favoritos de este poema: _Incipiens_, alicia perez hernandez, EmilianoDR, Antonio Pais, Mauro Enrique Lopez Z., Lualpri
Comentarios2
Gracias poeta Clara. Me asombra como el adulto mayor vive en angustias por lo vivido y el joven por lo que le queda por vivir.
Me ha gustado mucho tu propuesta de este domingo.
Saludos cordiales.
Muchísimas gracias Emiliano. Con los años, todo se ve desde otra perspectiva.
Saludos.
Siempre hay alguien que deja huellas en nuestro caminar por la vida
Preciosos versos amiga
Con cariño
JAVIER
Así es Javier. Muchísimas gracias.
Un abrazo.
Clara
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