Latido bajo la costilla,
un golpe —
en la puerta entreabierta.
Traductor del mapa,
con dedos ciegos,
descifra el encaje que nadie ve.
La vibración —
es sutura.
Desvela piel.
Y palabra.
No hay templo —
solo humo
y misterio encendido.
No hay cerraduras —
queda la piel
de un libro quemado.