Clara Verdoy

SIN CERRADURA

Latido bajo la costilla,
un golpe —
en la puerta entreabierta.

Traductor del mapa,
con dedos ciegos,
descifra el encaje que nadie ve.

La vibración —
es sutura.
Desvela piel.
Y palabra.

No hay templo —
solo humo
y misterio encendido.

No hay cerraduras —
queda la piel

de un libro quemado.