Te vi ayer, detenido en la esquina,
silla y cobalto de tiempo,
esperando el cambio de la luz
como quien pide un milagro al cielo.
Vestías rojo —corazón a la intemperie—
y la ciudad te pasaba por los costados,
ruido de motores, prisa que no mira,
mientras tu mirada, cabizbaja, buscaba algo
entre las nubes rotas de la esperanza.
Habías sido pasos, quizás carreras,
saltos y piedras en el camino;
hoy eras memoria reposada,
un libro con páginas estrujadas por las manos del día.
Tus guerras se leían en el gesto:
alguna vencida, muchas talladas en silencio.
Nos cruzamos en el tiempo breve del semáforo.
Tus ojos evitaron mi mirada, o quizás quisiste protegerte;
mientras la mía te sostuvo, determinada, sin juicio,
como quien reconoce en otro la sombra y la luz.
Transeúnte del tiempo, contabas sin hablar
historias de resistencia: noches sin abrazo,
mañanas que se repiten como un eco duro,
la renuncia lenta al color que un día te vistió.
Allí, inmóvil en la acera, parecías un faro apagado,
un espejismo de lo que fuiste y aún eres:
un corazón que late entre los escombros,
una dignidad que no pide permiso para existir.
Y mientras las luces volvían a girar,
yo supe que había en ti un paisaje entero:
no solo la ausencia de lo que perdiste,
sino la herencia de las batallas que nadie ve.
Peatón de la vida, te dejé con mi mirada,
no con compasión fácil, sino con un pacto:
reconocerte humano en la multitud,
hacerte sentir visto cuando la ciudad olvida.
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Autor:
Poemas De Una Mente Joven. (Seudónimo) (
Offline)
- Publicado: 20 de septiembre de 2025 a las 00:13
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 25
- Usuarios favoritos de este poema: ElidethAbreu, Henry Alejandro Morales, Mauro Enrique Lopez Z., _Incipiens_, Lualpri, Antonio Pais, alicia perez hernandez
Comentarios2
Gracias Yoleisy.
Me he buscado en cada naufragio y me encontré en tu precioso poema.
Cuánta batallas silenciosas libramos diariamente.
Abrazos.
Elideth es un grato placer saber que mis letras pueden tocar la esencia de los demás, y busco al escribir conectar de forma profunda con quienes me leen.
Gracias por pasar a leerme. Saludos cordiales!!
Querida Yoleisy,
Tu poema me hablo desde el fondo. Hay en él una delicadeza que no se aprende, sino que nace de una mirada que sabe ver al otro con respeto, con humanidad. Me conmovió cómo transformaste un momento tan cotidiano —una persona detenida en la esquina de una ciudad— en algo tan lleno de significado, tan lleno de verdad.
Tus palabras no miran desde arriba ni desde afuera: se acercan con suavidad, como quien no quiere herir, como quien simplemente desea acompañar en silencio. Me impresionó cómo lograste hablar de la vulnerabilidad sin caer en la lástima, y cómo hiciste visible la dignidad de quien, a los ojos del mundo, parece invisible.
Hay imágenes en tu poema que se quedan en el pecho: “corazón a la intemperie”, “un faro apagado”, “un libro con páginas estrujadas por las manos del día”... Todas ellas hablan de alguien que ha vivido, que ha resistido, y que —a pesar de todo— sigue ahí, sosteniéndose. Y tú, como poeta, estuviste a la altura de esa resistencia, reconociéndola sin adornos, pero con belleza.
Gracias por escribir desde un lugar tan honesto y sensible. Leer tu poema es como recibir un abrazo silencioso en medio del ruido del mundo. No solo viste a esa persona detenida en la esquina: también nos enseñaste a mirar.
Con cariño , admiración y un fuerte abrazo,
—Lourdes
Ps
Yo se lo que se siente en ese sentimiento,
Porque lo siento igual…
Lourdes muchas gracias por sus palabras por pasar a leerme, busco siempre a la hora de escribir, dignificar al otro, de donde vengo me enseñaron que el sentimiento más mezquino que uno puede sentir por otro ser humano es la lástima, hay muchas historias afuera de personas que nos muestran lo afortunados que somos, y como volvemos la queja en una rutina, aún en los peores escenarios hay vidas que merecen aplausos, ser reconocidas como los que son ejemplo de aún en los días más oscuros se puede sonreír, se puede agradecer sin tener ni un pedazo de pan, sin un lugar para dormir, aún con el abandono del mundo y de la misma familia, que se eligen ellos mismo por encima del otro, tengo todavía poca edad, pero he visto historias que me han roto el alma, y es por eso que a la hora de escribir resaltó las cualidades porque detrás de cada verso hay un alma, un corazón, pero sobre todo un ser humano.
Me alegro que en el mundo hayan escritores como usted, que al igual que yo vean la realidad esa que duele y encara con el dolor ajeno, sin olvidar que al final del día todos somos humanos, pero tristemente con realidades distintas.
Un placer tenerla por mi muro.
Saludos cordiales!!!
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