Hasta las golondrinas saben
que la lluvia no es eterna
y que todo río de sombra
desemboca en el sol.
Las alas anuncian
que el dolor es un huésped pasajero,
un fantasma de agua
que olvida su nombre.
Y nosotros,
habitantes del instante,
aprendemos que la eternidad se escribe
en los destellos de un sueño.
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Autor:
Astronauta (Seudónimo) (
Offline)
- Publicado: 16 de septiembre de 2025 a las 03:57
- Categoría: Espiritual
- Lecturas: 3
- Usuarios favoritos de este poema: El Hombre de la Rosa
Comentarios1
Genial tu preciado versar estimado poeta y amigo José de jesús
Recibe un abrazo de Críspulo desde Torrelavega
El Hombre de la Rosa
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