Esta sed me consume
sin piedad y sin disimulos,
no poseo ya un Dios
pues decidí darle la espalda
cuando empecé a beber
la sangre de mis enemigos
en lugar de agua o de vino.
Por momentos me hago cruel
y me deshago de los espejismos
un viento caliente me hunde,
me roza los colmillos
y me sepulta no en la arena
sino en la tierra húmeda
de mis posesiones heredadas.
La costumbre dicta
que me han de servir
valvasores y siervos por igual
como despensa y hacienda,
como decisión agotada
y eternidad minimalista.
Esta divinidad menor
en que me estoy convirtiendo
es un proceso espiralado
hacia la nada que se extiende
sobre mi y de frente,
el abismo espera devorarme
mordiendo mis carnes de monstruo
y bebiendo mi sangre de depredador.
Existen galaxias donde puedo
esconderme y mutar,
cambiando piel y apariencia,
dentadura y costumbres,
perversiones indecorosas
y malignidades subsecuentes.
Estoy enfermo y maldito
no tengo fiebre ni malestar
pero si esta sed infinita
que me obliga a deambular
de una estrella a otra,
saltando meteoritos metálicos
y ejecutando rituales mestizos
cargados de cinismo y nostálgico afán.
OLLIN
19/08/2025
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Autor:
Ollin (Seudónimo) (
Online)
- Publicado: 15 de septiembre de 2025 a las 12:04
- Categoría: Gótico
- Lecturas: 1
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