Con los fragmentos de esperas
en la dársena del puerto,
fabrico un barco sin velas
y floto haciéndome el muerto.
Con los trozos de botella,
después de la botadura,
hago un puzle de las huellas
que dejó el tiempo que dura.
Con los rescoldos del fuego
que va dejando mi ausencia,
hago cubitos de hielo
(en justa correspondencia).
Con la brisa que me toca
cuando ya no estoy al mando,
oigo decir en tu boca:
las letras se van volando.
Voy a pasar por la lupa
cada palabra que escribas.
Y cada espacio que ocupa
lo mediré con paciencia,
porque la verdad estriba
en no someter a juicio
lo que resulta ficticio
si es patente su evidencia.
Hiperventilar poemas
con versos exagerados
es glasear anatemas
a quien ya está desterrado.
Voy a pasar por la criba
la presunción de inocencia
a fondo, de abajo arriba;
y dictará su sentencia
el paso exiguo del tiempo
cuando llegado el momento
declare como testigo
la realidad que persigo
en presencia de la ausencia
que se alinea contigo.
Voy a pasar por es túnel
que socava la montaña
de las mentiras inmunes
al descrédito sin maña,
y si consigo llegar
ileso hasta la salida,
restañaré cada herida
que se quede sin curar
en cada lengua que engaña.
Voy a pasar de puntillas
por las afrentas sin frente
poniendo la otra mejilla
a cada mano que intente
despojarme de la silla
cada vez que yo me siente.
Después pasaré la mopa
por el suelo donde caiga
la tolerancia sin ropa
y levantaré mi copa
por la verdad que se arraiga
a mandíbula batiente
en el cielo de tu boca.
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Autor:
Franjablanca (
Offline)
- Publicado: 13 de septiembre de 2025 a las 07:02
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 1
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