Tumbando el alma en la cama
con las manos decoloradas
y los suelos bailaban;
olía el alcohol
que embarraba en las palmas
para volver al momento de calma.
El tiempo escurriendo
entre dedos,
los golpes al pilar
y el disgusto
llegaban a perdurar.
El dolor carcomía su brillo,
perdiendo el camino en la alameda
virando a la derecha
dejándole la responsabilidad
a quien menos le tema.
Pero mirando su reflejo
podía despertar, recapitular
y reaccionar,
pidiendo un día despertar.
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Autor:
Raindrop (Seudónimo) (
Offline)
- Publicado: 12 de septiembre de 2025 a las 22:57
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 2
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