Desde el bosque de las
secuoyas,
en Cabezón de la Sal,
Cantabria, España.
Mientras la mente,
el cuerpo y el alma,
se fusionan con el entorno,
como si de él formasen parte.
Junto al heredero, de mis abundantes bienes y riquezas...
La salud, el techo, los alimentos, y la paz interior:
Por el arte del vivir.
Porque vivir no es esperar,
es un camino de rosas
y espinas...
de experiencia y aceptación.
Es un milagro y una
oportunidad,
un río, que a veces
fluye revuelto, y otras calmado.
Un regalo del tiempo,
una ocasión para evolucionar,
una oportunidad para
crear una y otra vez...
¡Tu mejor versión!.
Porque la verdadera paz
no se compra,
no se ingiere ni
se obtiene de afuera...
nace de la armonía entre
la mente y el interior.
Sin la necesidad
de ningún cielo,
de haber muerto
o de un descanso eterno.
Cuanto más tranquilo estés,
más bajarán tus pulsaciones,
más sentirás tu propia energía,
más paz interior alcanzarás...
y más en el paraíso
de aquí en la Tierra
te encontrarás.
Mediante el ejercicio
de la observación,
la autorreflexión y la introspección,
sin alteración ni distorsión,
interna o mental...
haciendo de la existencia
un auténtico arte.
Cuanto más calma haya
en tu mente, más profundizarás
en ti mismo,
más te acercarás al
silencio...
y más te unirás a tu
propia esencia espiritual.
Porque vivir no es esperar,
es un camino de rosas
y espinas,
de experiencia y aceptación...
es un regalo del tiempo,
un milagro y una oportunidad.
Que nos brinda la ocasión,
de hacer de nuestra
propia existencia arte,
y de este un auténtico lujo:
¡Pura vida y a vivir!
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Autor:
Jesús (Seudónimo) (
Online)
- Publicado: 11 de septiembre de 2025 a las 03:00
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 3
- Usuarios favoritos de este poema: El Hombre de la Rosa
Comentarios2
Genial y hermoso versar estimado poeta y amigo Jesús Ángel
Saludos desde Torrelavega
El Hombre de la Rosa t
Y así seguir!
Bueno, cuando morimos esa paz, que es dudosa, no existirá más, y a nadie le importará. Además quien quiere vivir una vida sin conectarse con SU CREADOR.
Dios le bendiga.
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