Ya no crujen las puertas
con el mismo lamento,
ni se escuchan los pasos
por los amplios pasillos.
Las tazas de colores, esperan
a sus dueños que no llegan.
Todo huele a muebles cerrados
y en la mesa, alguien
dejó su huella.
Hay que escribirlo todo...
para que no se olvide.
L.G.
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Autor:
Lucía gómez (
Offline)
- Publicado: 9 de septiembre de 2025 a las 11:54
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 2
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