Amanecemos los dos
tendidos en el aire,
en los recuerdos de la fiesta,
haciendo de cuenta
que todo fue soñado
salimos despedidos
en direcciones diferentes.
Yo me dejo llevar
por el sonido del sol
y volando me incendio
y me hago llama.
Ella se deja llevar
por la atracción de la tierra
y conoce por fin
el centro mismo de su cuerpo.
Mañana
habrá un Universo
una pequeña llama
con mi nombre,
perdida para siempre
entre otras llamas
y un centro
con nombre de mujer,
en el propio centro de la tierra
que no podrá
perderse ni encontrarse
porque llama y palabra
son palabras
pero su cuerpo
siempre es algo más,
por eso tan desconocido,
tan imposible de decir,
tan suyo, tan del mundo,
tan de nadie.
(Del libro El hombre y Yo; Ed. Grupo Cero)
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Autor:
Editorial Grupo Cero (
Offline)
- Publicado: 8 de septiembre de 2025 a las 03:33
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 17
- Usuarios favoritos de este poema: El Hombre de la Rosa, Nelaery, Mauro Enrique Lopez Z., MISHA lg, JUSTO ALDÚ
Comentarios2
Genial y hermoso versar estimado, poeta
Saludos de Críspulo desde Torrelavega
El Hombre de la Rosa t
Gracias estimado hombre de la rosa, un saludo desde la editorial
Precioso poema.
“”Llama y palabra son palabras, pero su cuerpo siempre es algo más”
La persona es mucho más que una llama porque ésta se consume. Pero la persona es mucho más: vida, recuerdos, sentimientos, alma…Perdura en el tiempo, aunque no esté.
Muchas gracias por compartirlo.
Miguel Oscar Menassa decía \\\"El hombre muere apenas si otro hombre lo nombra". Su obra, sus enseñanzas, siempre serán inmortales. Gracias por tu comentarios, bellas tus palabras, un abrazo.
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