Te voy a premiar, victoria,
con esa chulada que no borra la sonrisa,
que sin ninguna prisa,
te esperará en su guarida perfecta...
Y se llenará la estancia,
con el cielo entrando por su ventana,
y junto a la nueva brasa,
besará tu cuerpo como piedra esculpida...
Y mañana, victoria,
te regalaré una fruta recién amanecida,
con sus curvas y redonda,
y así gustes de su figura amazona...
¡Ay, gran victoria!
no se lo cuentes ni siquiera a tu sombra,
porque de otra manera,
hasta ella misma chuparía su ricura...
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Autor:
el brujo de letziaga (Seudónimo) (
Online)
- Publicado: 6 de septiembre de 2025 a las 02:57
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 5
- Usuarios favoritos de este poema: El Hombre de la Rosa
Comentarios1
Precioso tu genial versar estimado poeta
Saludos afectuosos desde Torrelavega
El Hombre de la Rosa
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