Si un lucero despierta en la mañana,
nuestro amor se enciende como hoguera,
y en su llama arde la piel,
sedienta de tu boca.
Si una estrella fugaz desgarra la noche,
su fulgor nos envuelve en silencio,
nuestros cuerpos se buscan, se disuelven,
y dejan de ser dos:
son un solo universo.
Nos ata la raíz de la entrega,
nos consume la savia de la pasión,
nos vuelve eternidad el instante.
Soy tuyo como la sombra es de la tierra,
y tú eres mía
como la marea del mar en la luna.
¿Cómo estás, amor?
Te extraño en cada respiro,
te pienso en el alba,
te nombro en la noche,
y hasta en mis sueños
tu ausencia me abraza.
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Autor:
Wuiliam (Seudónimo) (
Offline)
- Publicado: 5 de septiembre de 2025 a las 14:25
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 2
- Usuarios favoritos de este poema: jesus alberto porras
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