EL VIEJO Y EL MAR, MI VERSIÓN

JUSTO ALDÚ

*A Elideth Abreu, una mujer comprometida en cuerpo y alma con la literatura,

 

El mar era un congreso interminable,

con olas gritonas levantando mociones,

y el viejo entraba allí

sin corbata ni promesas,

pero con la tozudez de quien nunca aprendió a rendirse.

 

—¡Pez descarado! —vociferó—

vienes a burlarte de mi caña como ministro en campaña.

El pez saltó, brillante como discurso vacío,

y respondió con un chapoteo solemne:

“¿No ves que soy tan inútil como tú,

nadando y nadando

solo para ser noticia en las bocas equivocadas?”

 

El viejo escupió al agua,

como quien firma decretos con saliva.

La barca chirriaba,

y parecía más bien una carreta de promesas rotas

que un navío de conquista.

 

Tres días y tres noches pelearon:

el pez con su silencio altivo,

el viejo con sus sermones dignos de sindicato.

Parecían dos presidentes discutiendo

sobre quién había inventado la palabra dignidad.

 

Al final,

cuando los tiburones se dieron el festín

como banqueros en hora feliz,

el viejo no lloró.

—Coman, coman —dijo—,

ustedes también son pueblo.

 

Y regresó con el esqueleto del pez,

un hueso monumental como acta de sesión fallida,

y todos en el puerto se rieron de él.

El viejo encendió su pipa, miró al cielo y musitó:

—Perder la carne es lo de menos;

lo importante es no perder la terquedad.

 

Y el mar, ese viejo parlamento,

le aplaudió con aplausos de espuma irónica,

como quien dice:

“Bien jugado, abuelo,

pero igual estabas condenado a insistir”.

 

JUSTO ALDÚ © Derechos reservados 2025.

 

  • Autor: JUSTO ALDÚ (Seudónimo) (Offline Offline)
  • Publicado: 1 de septiembre de 2025 a las 00:10
  • Comentario del autor sobre el poema: A veces la casualidad del destino nos lleva a encontrarnos con personas con características muy especiales diria yo. Es el caso de nuestra compañera Elideth, a la que veo no solo con una capacidad creadora, sino con una persistencia y compromiso en su trabajo, bien profesional e inclinado hacia la literatura por supuesto. Ella busca la manera de transmitir lo que desea y lo consigue, como una de las moralejas de Hemingway, La perseverancia, Llamen a este texto como quieran, poema, prosa poética, narrativa, etc. Es lo de menos, Saludos compañera, que Dios siga iluminando tus pasos y bendiciendo tu pluma.,
  • Categoría: Sin clasificar
  • Lecturas: 6
  • Usuarios favoritos de este poema: Lualpri, William26🫶
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Comentarios +

Comentarios1

  • Lualpri

    Triste película.
    Pobre viejo pescador!
    Gracias por compartir tus letras, estimado amigo Justo.
    Buen comienzo de semana.
    Un abrazo.

    • JUSTO ALDÚ

      La moraleja es lo que resalta y es la insistencia, la perseverancia y es lo que veo en nuestra compañera. Sus letras en el portal son buenas porque pone empeño en ellas. En la novela de Hemingway el viejo estaba condenado a insistir en su propósito,

      Gracias por comentar amigo Luis.

      • Lualpri

        Si verdad, así es!
        Que estés muy bien amigo!



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