La Dama del Silencio
La dama lleva el rostro
de porcelana pálida, sin grieta,
y, sin embargo, una sombra de ceniza
se desliza por su mejilla callada.
Alta, esbelta, un suspiro de estatua,
camina envuelta en su manto de noche,
negro como el luto sin tumba,
largo como la espera sin nombre.
¡Oh, muerte hermosa,
compañera fiel de los márgenes!
No me dejes varada,
inútil,
como vela apagada en altar olvidado.
Llévame contigo,
pero hazlo con gracia,
como una flor que se cierra
cuando cae el último rayo del sol.
Comprendo que la muerte no llega con estruendo,
sino con el silencio de quien ha amado tanto,
que ya no teme desaparecer.
—L.T.
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Autor:
LOURDES TARRATS (
Offline) - Publicado: 31 de agosto de 2025 a las 04:05
- Comentario del autor sobre el poema: A veces, la muerte no se presenta con violencia ni temor, sino con una belleza silenciosa que nos observa desde lejos… o desde adentro. Este poema nació de una imagen que veo en la quietud: una figura femenina, alta y elegante, cuya tristeza no se grita, sino que flota en la sombra de su andar. No es un canto a la desesperanza, sino una meditación sobre lo inevitable, lo sutil… y lo profundamente humano. Gracias por leerme, por acompañarme en este rincón de palabras donde el alma se atreve a hablar. —L.T.
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 101
- Usuarios favoritos de este poema: Santiago Alboherna, Javier Julián Enríquez, JUSTO ALDÚ, Llaneza, Mauro Enrique Lopez Z., Alexandra I, Alberto Escobar, El Hombre de la Rosa, Éusoj Nidlaj, Mª Pilar Luna Calvo, Carlos Baldelomar, leo albanell, Jaime Correa

Offline)
Comentarios4
tarde o temprano, esa dama nos llega...
Si, amigo Santiago, así es.
Gracias.
Hacía tiempo que no oía de ti..
Un abrazo
Curioso, cuando chico me la pintaron como la gran dama con capucha y una hoz que nos viene a conducir al más allá, hoy la veo o la imagino de manera distinta, pero igual es una abstracción del pensamiento ya desgastado por los años y que la siente más cerca.
Tu poema por ejemplo, es un retrato intenso y sobrio de la muerte, transformándola en figura femenina de una elegancia inquietante. La imagen de la “dama de porcelana” con “sombra de ceniza” transmite fragilidad y solemnidad a la vez, mientras el manto nocturno acentúa su aura de inevitabilidad. La voz lírica no rechaza la muerte, sino que la convoca con una mezcla de súplica y aceptación, logrando un tono sereno y casi ritual. El cierre, con la idea de que la muerte no irrumpe con violencia, sino como consecuencia natural del amor y del desgaste, ofrece una visión profundamente humana y reconciliadora.
Buen domingo,
JUSTO
Nadie aguarda su llegada...algunos le temen...otros dicen ignorarla...otros la sueñan...pero la mayoría no duda de su aparición momentanea sin aviso previo.
Como verás. amigaza, tu poema incita a la reflexión, y eso es positivo.
Abrazotes van...
La genialidad de tu pluma alumbra tus bellas estrofas estimada poetisa escritora y amiga Norteamericana Lourdes Tarrats
Recibe un abrazo de Críspulo desde Torrelavega
El Hombre de la Rosa
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