Hay que andar despacio
por los senderos de la vida.
Mirar desde el balcón a los amantes
y escuchar las campanas
desde un rincón apartado de la casa.
Ir por los parques en las divinas tardes
y recordar el último beso
y todos sus misterios.
Componer un verso delicado
para algún loco desprevenido
y leer a Shakespeare, a Neruda, a Lorca.
¡Hay que andar despacio y sin afanes!
Aceptar los instantes
y sonreírle al tiempo
que dejó tatuadas
tantas estrellas en la frente.
L.G.
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Autor:
Lucía gómez (
Offline)
- Publicado: 30 de agosto de 2025 a las 09:56
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 1
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