El campesino
Leonardo Gutiérrez Berdejo
Va pasando cuando apenas el sol asoma;
paso firme, mirada larga
que a ratos parece perdida
y, en otros, juguetea entre los sauces y los raizales.
La brisa serpentea entre la tupida maleza
y el ruido de los azadones y las címbaras
se esconde por los caminos,
pero la vasija del guarapo
viaja segura sobre el hombro
del campesino.
Por la tarde, cuando el sol desciende
y las sombras se entrelazan
como queriendo arroparlo todo,
se oyen las voces y los cantos del regreso
del campesino;
y al ruido de los azadones
que se apaga en la tarde,
y con el canto de las aves
que se aleja en la noche
se ha unido el tamboreo de
la vasija del guarapo
que, ahora vacía,
regresa asida al hombro del campesino.
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Autor:
Leo (Seudónimo) (
Offline)
- Publicado: 30 de agosto de 2025 a las 08:27
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 32
- Usuarios favoritos de este poema: liocardo, Mauro Enrique Lopez Z., alicia perez hernandez, Pilar Luna, rosi12
Comentarios2
Ohhhhhhh!!! El guarapo. Ese dulce sabor con aroma a bosque de palmeras húmedas...
Es remembranza del regreso. Es una preciosidad bucólica tu poema, compañero.
Lio... Aguañac
Gracias, Liocardo. Cierto, acercarse al campo es vivir otra vida llena de encantos. Cualquier cosa es vida.
Gracias, muy cierto. Un saludo.
Mis saludos y gracias.
Un placer.
como queriendo arroparlo todo,
se oyen las voces y los cantos del regreso
BELLAS LETRAS , GRACIAS SALUDOS DE AMISTAD Y AFECTO
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