Anzuelos

_Incipiens_

Sus ojos sobresalen
del remanso del tiempo:
apenas dos opacas gemas,
engarzadas en un rostro quebrado
por la vida que se le escapó.

Nada turba la ufana, lechosa superficie;
salvo esos dos ojos tristes,
condenados a permanecer ciegos
en el Leteo.

Desde los profundos cimientos
surgen amargos pensamientos
que, con cada movimiento,
se clavan como anzuelos a la piel,
ahogando la fe,
restando libertad.

El cambio llegará.
Pero hoy, tu cuerpo —inerte—
es ya carroña,
y su latido se pudre
bajo la tierra que lo reclama.

 

Rubén Romero Toledo © 2025 todos los derechos reservados

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Comentarios +

Comentarios5

  • EmilianoDR

    _Incipiens_, gracias por contar en tus versos lo que queda de un cuerpo hermoso, cuando lo abraza la muerte. Vivimos llenos de orgullo y que bueno si todos pudieran leerte.
    No somos nada, materia que perece.
    Saludos cordiales.

  • Annabeth de León

    Muy profundas y reveladoras letras. Muy buen trabajo. Saludos.

  • Violeta

    Profundidad en tus letras tiene mucha fuersa, saludos.

  • pasaba

    Poema triste y hermoso, cargado de mucha emoción y dolor.
    Abrazos

  • Lincol

    Gracias por compartir este poema tan profundo. La imagen de los "ojos tristes" que describes es muy poderosa y conmovedora. Es un texto que, a pesar de su melancolía, invita a la reflexión.



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