El sol parece no salir para todos
Una muchedumbre en estampida
- olas desbocadas en una playa sin nombre –
congela mis pasos.
Gritos de auxilio,
mezclados con llantos de bocas hambrientas,
desgarran mis tímpanos.
Niños con rostros marcados por el hambre,
suplicando migajas con sus cacerolas en ristre,
flagelan mi paternidad.
Soldados llegados de sombras,
con uniformes manchados de mandato,
atentan contra mi esperanza de paz.
Una cortina espesa de escombros,
polvo y sangre nubla mis pupilas.
Gobernantes sin alma
alzan sus copas mientras la tierra se desangra,
y
hacen llorar la mía.
Mutilados de guerra
arrastran lo que les queda de sí mismos
y
paralizan mis extremidades.
El olor a muerte,
se convierte en rutina,
y
se apodera de mi olfato.
Y yo, inmóvil, testigo sin voz,
solo atino a susurrar,
mientras el cielo se viste de sombra:
El sol parece no salir para todos.
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Autor:
MIGUEL CARLOS VILLAR (
Offline)
- Publicado: 28 de agosto de 2025 a las 17:17
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 19
- Usuarios favoritos de este poema: EmilianoDR, Mauro Enrique Lopez Z., alicia perez hernandez
Comentarios2
Gracias poeta Villar, he visto esos amaneceres sin sol.
Saludos.
Gracias a Ud, por leer mis poemas.
Un saludo
Saludos.
En muchísimas aldeas de África cuando el sol sale la gente espera pacientemente verle caer, entonces se reúnen probablemente al amparo del único árbol en la zona a contar historias que les llegan de cientos y cientos de años atrás. Allí el sol sí sale para todos.
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